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La mayoría de las veces, los vinos espumosos son asociados a las grandes celebraciones. Sin embargo, también son idóneos para disfrutar en cualquier momento. Dentro de los espumosos, la champaña es de los más famosos, pero también destacan el cava, el prosecco, el franciacorta y el crémant d´Alsace. Conoce su producción, sus características y la mejor manera de disfrutar cada uno de ellos...
El vino espumoso contiene burbujas, gas carbónico y necesita pasar por una o dos fermentaciones. La gran diferencia entre ellos y el nombre que reciben es debido a la región donde se producen, ya que algunos cuentan con Denominación de Origen (DO) donde cambia el terruño, el clima, las uvas y el método utilizado.
De acuerdo con un estudio realizado por El Observatorio Español del Mercado del Vino , dentro de los espumosos más consumidos en 2017 el número uno fue el prosecco, con 205 millones de litros, es decir, 273 millones de botellas. El segundo lugar lo ocupó el cava con 117 millones de litros, que representaron 156 millones de botellas; y en tercer lugar la champaña, con 112 millones de litros, equivalente a 149 millones de botellas.
Champaña, orgullo francés
No podemos negar que el champán es sinónimo de exclusividad, elegancia, finas burbujas, buen gusto y festejos. Su origen, historia y método de elaboración lo hacen una bebida única. Fue el monje Dom Pierre Pérignon a quien se le atribuye su creación, ya que inventó el famoso método champenoise. “Para llamarse champaña debe elaborarse en la región de Champaña, en Francia, ya que cuenta con DO; estar en las zonas autorizadas por la Apellation D’Origine Controlée, respetar las normas que establece el consejo y llevarse a cabo por medio del método champenoise, que consiste en la doble fermentación, primero en un tanque y la segunda en la botella.
“Asimismo, tiene que realizarse con uvas Pinot Noir, Pinot Meunier y Chardonnay. Este vino ofrece un blanc de blancs, al contener únicamente uvas blancas, y un blanc de noirs, con solo uvas tintas”, afirmó el sommelier Gabriel Linares. La temperatura perfecta para servir un champaña es entre los 11 y 13 grados. Los costos en todos los espumosos dependerán de la bodega y añada pero, en el caso específico de esta bebida, los precios oscilarán entre los $550.00 y $5,000.00 , aunque claro, existen botellas que pueden alcanzar entre los $10,000.00 y $15,000.00, así como precios mucho más elevados por ciertas añadas.
Cava, gran español
Originario de Cataluña y con DO, el cava es elaborado, principalmente, con uvas Macabeo, Xarel-lo, Malvasía, Garnacha tinta, Monastrell y Parellada. También se elabora bajo el método champenoise o tradicional, y sus burbujas tienden a ser medianas o pequeñas. “Destaca por ser aromático y gustativo, y es generalmente de color amarillo verdoso. Se recomienda servirlo entre los siete y 10 grados, y sus precios van de los $200.00 a los $4,500.00 pesos ”mencionó el experto.
Prosecco, consentido italiano
Producido con la uva Glera, el prosecco proviene del Véneto y Friuli Venecia-Julia, al noroeste de Italia. Cuenta con nueve provincias para su elaboración. “Este vino, a diferencia de la champaña y el cava, se realiza bajo el método charmat, cuya segunda fermentación no pasa por botella, sino tiene lugar en tanques de acero inoxidable, ofreciendo un proceso más rápido, donde se consigue mayor volumen de producción y, por lo tanto, es más industrial. “Destaca por sus aromas florales y en gusto se aprecia más dulce y frutal. Sus burbujas van de medianas a grandes y se puede servir entre los seis y 12 grados. Su precio va de los $150.00 a los $800.00”, dice Gabriel Linares.
Espumosos en México
El sommelier afirma que en México aún no existe mucha cultura sobre beber los espumosos y es necesario quitar el estigmade que solo acompañan las celebraciones. Dentro de los principales consumidores mexicanos están las personas de entre 35 y 40 años. “Generalmente se cree que son caros e inaccesibles, pero lo cierto es que encontraremos algunos con precios elevados, pero también habrá unos muy accesibles y de gran calidad. “Una de las grandes ventajas de estos vinos es que son muy fáciles de acompañar, gracias a que sus burbujas maridan perfecto con casi todos los platillos. La próxima vez que no sepas con cuál disfrutar tu comida, pide un espumoso y te sorprenderá ”, enfatizó el sommelier.
Por su parte, Ignacio Jacques, propietario de Bodegas Jacques, asegura que en México, el consumo de espumosos es del n2.5 por ciento, mientras que de tinto es 80 por ciento y de blanco 17.5 por ciento. Asimismo, aproximadamente se consumen dos millones y medio de botellas de espumoso al año en nuestro país. “Son ideales en todo momento. Como aperitivo para abrir boca es excelente, durante la comida y para acompañar los postres...
“El tamaño de la burbuja es muy importante, ya que nos dice mucho de la calidad del producto. Por ejemplo, si son pequeñas, muy delgadas, continuas y se aprecian como hilos o rosarios, quiere decir que es bueno; por el contrario, si son burbujas anchas y no son seguidas, el vino no es el mejor”, puntualizó Jacques.