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López-Gatell fue al restaurante Las Quince Letras, uno de los afamados restaurantes tradicionales del centro oaxaqueño dirigido por Celia Florián y su esposo Fidel Méndez, un negocio familiar que empezó en 1992 en el patio de la casa que antes era de su abuelo, y que antes de ello fue una miscelánea, una botica y una reparadora de bicicletas.
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La educación gastronómica de Celia fue empírica, empezando con las recetas de casa y después poniendo en práctica lo consejos y platillos que iba conociendo de mano de las cocineras tradicionales.
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Aquí puedes venir a desayunar un chocolate de agua con un pan de yema, tamales, hierba santa con quesillo y chapulines bañados en salsa de chile mixe, solo por mencionar algunos de los manjares de la casa.
Por la tarde hay estofado de boda (uno de los favoritos del maestro Toledo), la trilogía de moles (coloradito, negro y amarillito) acompañado de arroz, la clásica tlayuda, Todo siempre acompañado de un mezcal y poleo al final de la comida para la buena digestión.
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Además de conservar las recetas tradicionales y darles difusión en Las quince Letras, Celia ha procurado hacer año con año el encuentro de las cocineras tradicionales de todas las regiones del estado. Un evento que esperamos regrese cuando lo permita la pandemia ya que gracias a ello, podemos conocer a las cocineras, sus historias, ingredientes endémicos y recetas que no salen de la localidad si no es con este festival.
Otras de las actividades de Celia es estar activa en el movimiento Slow Food con sede en Italia, dar clases magistrales de la cocina oaxaqueña en todo el mundo, compartiendo su conocimiento en Filipinas, Argentina, Estados Unidos, Francia, Italia; Líbano y España.
Las Quince Letras