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De acuerdo con el Consejo Mexicano Vitivinícola, el consumo anual de vino en nuestro país es de 0.96 litros por persona, una cantidad bastante reducida en comparación con los 50.2 litros per cápita ingeridos en Francia y los 43.25 litros consumidos por cada italiano al año.
Aunque el vino no tiene la misma popularidad, en nuestro país, que otras bebidas alcohólicas como la cerveza o el tequila, este producto derivado de la uva es capaz de aportarte numerosos beneficios en cuestiones de salud.
Aquí te decimos cuáles son los efectos del vino tinto en tu sistema inmunológico .
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El vino tinto es una fuente rica en resveratrol . La Universidad Estatal de Oregon explica que este antioxidante natural se encuentra en la piel de la uva y su consumo moderado en forma de vino se relaciona con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas.
En cuanto al sistema inmunológico , un estudio publicado por la revista Science Signaling demostró que el resveratrol estimula la respuesta de los linfocitos T ante la presencia de antígenos, como toxinas, bacterias, virus, entre otras sustancias.
Según el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, los linfocitos T son glóbulos blancos que forman parte del sistema inmune para protegerte contra infecciones; por ello, es esencial que trabajen correctamente.
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De igual forma, la investigación probó que el resveratrol del vino tinto activa una proteína conocida como sirtuína o Sirt1. Las sirtuínas tienen un papel terapéutico en toda clase de problemas relacionados al envejecimiento, por ejemplo, el cáncer, la diabetes, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple, entre otras afecciones, señala la Universidad de las Islas Baleares en España.
Otro beneficio del vino tinto para el sistema inmunológico es su efecto en la microbiota intestinal. Los polifenoles de esta bebida contribuyen al crecimiento de microorganismos saludables dentro de tu sistema digestivo, encargados de descomponer sustancias potencialmente tóxicas de la comida y de sintetizar tanto vitaminas como aminoácidos que estimulen las defensas del cuerpo, de acuerdo con la Escuela de Salud Pública de Harvard.
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Por otra parte, una revisión de estudios publicada por British Journal of Nutrition concluyó que el consumo moderado de alcohol mejora la respuesta inmune ante el rinovirus, por lo que disminuye la posibilidad de desarrollar un resfriado común.
La publicación también destaca el alto contenido en polifenoles del vino , cuya presencia evita el daño hacia las células inmunitarias y la inflamación causada por las citocinas. A su vez, esto reduce el riesgo de padecimientos cardíacos, trastornos autoinmunes, problemas oculares e incluso la aparición de ciertos tipos de cáncer, asegura la revista científica Nutrients.
No obstante, los excesos en la ingesta de alcohol podrían contrarrestar estos beneficios. La Fundación de Investigaciones Sociales (FISAC) indica que un trago estándar de vino corresponde a una copa de 120 mililitros. Asimismo, FISAC establece un límite de 9 copas a la semana para las mujeres y de 12 copas semanales para los hombres; de lo contrario, esta bebida podría tener efectos nocivos en tu salud.
