“¿Qué se produce en California?”, preguntaría usted. “Grandes vinos tranquilos de Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Pinot Noir, Zinfandel…”, respondería yo.
Nada estaría más lejos de la realidad.
La semana pasada se realizó la muestra de vinos que anualmente organiza el Wine Institute de California en nuestro país. Por segundo año, tuve la oportunidad de conducir una serie de catas junto a Mao Montiel, chocolatero mexicano, y el equipo de U.S. Meat Export Federation. ¿El propósito?, descubrir algunos de los grandes espumosos californianos y constatar, junto a decenas de asistentes, su capacidad de armonización con tocino, oreja de cerdo y demás productos cárnicos. Sí, querido lector, California también es tierra de burbujas.
El vino espumoso se elabora en California desde 1870. Hoy, más de 300 bodegas, desde Mendocino hasta Napa y Sonoma County, dirigen sus esfuerzos a la producción de espumosos de alta gama a partir de Pinot Noir, Chardonnay y Pinot Blanc, entre otras cepas.
Geografía, clima y suelos lo hacen posible. En Los Carneros, AVA instituida en 1983, por ejemplo, la influencia del Pacífico, asociada a la presencia de niebla en verano, amplio diferencial térmico y un extenso ciclo vegetativo, con temperaturas más cálidas que las de Champagne, pero más frías que las de Borgoña, permiten que los frutos logren un equilibrio óptimo en términos de madurez, acidez y complejidad. En Anderson Valley, AVA conocida como el “paraíso burbujeante”, los largos y cálidos veranos, con radicales contrastes de temperatura entre día y noche, y la firme influencia del Océano, también derivan en Pinot Noirs de excepcional expresión. ¡No!, no es ninguna casualidad que nombres como Taittinger, Louis Roederer o G.H. Mumm hayan decidido hacer de California su patio de juego.
“¿Método champenoise o charmat?”. ¡Ambos!, y para muestra algunas de las etiquetas catadas. Los primeros ejemplares de la tarde fueron André Brut y André Rosé, elaborados a partir de French Colombard y Grenache, respectivamente; francos y frescos, estos espumosos de método charmat (segunda fermentación en tanque) ayudaron a despertar el paladar con su frutalidad explosiva.
Después llegaron dos etiquetas de Gloria Ferrer Caves & Vineyards, pionera en la producción de espumosos en Carneros: Sonoma Brut y Blanc De Noirs, ambos método champenoise (segunda fermentación en botella). La dupla, elaborada a partir de Pinot Noir y Chardonnay, destacó por su elegancia. En nariz: peras, flores blancas, almendras y bayas rojas. En boca: estructura, cremosidad y largo final de bollería fina.
Para cerrar, Domaine Carneros Brut Vintage Cuvée 2013, uno de los grandes íconos de Carneros. Imagine usted una minuciosa selección de Chardonnay y Pinot Noir, con segunda fermentación en botella, con tres años sobre lías, repleto de aromas de flores blancas, manzana, cítricos y vainilla, cremoso y largo… Ahora, imagínelo con un sándwich helado de tocino y crujiente de oreja de cerdo. ¡Brillante!
$713
Mercado de Vinos
DOMAINE CARNEROS BRUT RESERVE
Pinot Noir y Chardonnay
Zona de producción:
Carneros, California
Vista:
paja brillante, con burbuja fina y constante
Nariz:
intensos aromas de pieles cítricas, con un fondo de miel, nueces tostadas, peras maduras, vainilla y bollería fina
Boca:
cremoso, estructurado, perfectamente equilibrado. Un espumoso de agradable sequedad, con largo final frutal y especiado