Para muchos, el sueño americano puede que sea una fantasía, un mito. En el caso de don Reynaldo Robledo y su familia, el sueño americano se cumplió y hoy en día son propietarios de una de las vinícolas californianas con mayor crecimiento y reconocimiento: Robledo Family Winery.
“Mi papá, Reynaldo Robledo, es originario de Atacheo, en Michoacán. Llegó a trabajar a California, al valle de Napa , a los 16 años tras la llegada de mi abuelo, quien vino por medio del programa Bracero : un intercambio laboral entre ambos países que surgió debido a la falta de mano de obra durante la Segunda Guerra Mundial. Empezó a trabajar en los viñedos en la poda de uva, algo que le encantó y desde el primer día supo que quería hacer eso por el resto de su vida,” relata Lázaro Robledo, quien es el octavo miembro —de nueve— de la familia.
Tras su paso por distintas vinícolas californianas en las que adquirió gran conocimiento y experiencia como injertador y consultante de vinos, don Reynaldo y familia comenzaron a cultivar su propia uva que, hasta la fecha, venden a otras vinícolas entre las que destacan La Crema Winery o Kendall-Jackson Vineyard Estates. “Mi papá transmitió su pasión por el vino a sus nueve hijos: todos estamos involucrados en el negocio.
Hacia 1992, mi papá comenzó a producir vino para consumo de la familia y amigos. Él no lo veía como un negocio, pero su vino comenzó a ser muy solicitado y exitoso entre sus amigos vinicultores, lo que le hizo replantearse la idea de un negocio para que sus hijos no tuvieran que padecer las carencias que él vivió. En 1997 (un año fenomenal en Napa), creamos la primera etiqueta de Robledo Family Winery empezando con 300 cajas. Ya en 2003 se abrió en forma la bodega Robledo Family Winery —con viñedos distribuídos en Los Carneros, Napa y Sonoma— con la cual se hizo historia, ya que se trata de la primera bodega en Estados Unidos de un migrante mexicano. El hecho le valió un lugar especial en el Smithsonian Museum of American History, en Washington, así como el reconocimiento del antiguo presidente Felipe Calderón quien vino a visitar la bodega en el 2008,” señala Lázaro quien también aclara que, a pesar de la notoriedad que comienza a tomar su papá, don Reynaldo no es alguien a quien le gusta estar en la luz, sino en la uva, en la tierra. “Lo encuentras siete días a la semana trabajando en los ranchos con mucha pasión. De hecho, el año entrante va a cumplir 50 años de trabajar en el negocio vinícola,” menciona.
Nuevos horizontes
Tras el éxito y medallas conseguidas en Estados Unidos, y con un amplio portafolio compuesto por 31 etiquetas de vinos tintos, blancos, espumosos, de postre e incluso un premiado aceite de oliva, Robledo Family Winery ingresa al mercado mexicano con seis etiquetas: Sauvignon Blanc 2016; Cuvée Brut 2010 compuesto por 60 por ciento Pinot Noir y 40 Chardonnay; Pinot Noir 2013; Merlot Rosé 2014; 'Los Braceros' 2014, un blend; y el vino insignia 'El Rey', un Cabernet Sauvignon 2012.
Los vinos ya se encuentran disponibles en algunos centros de consumo, así como algunas tiendas especializadas.
“Los vinos son reflejo de la pasión de mi padre, así como del trabajo y cuidado en campo. Es un placer y un honor para toda mi familia traer nuestros vinos a México. Mi papá se tuvo que ir por necesidad y el regresar a nuestra casa a mostrar nuestro trabajo es un orgullo,” concluye.