Este chicharrón es parte de la cultura gastronómica de Nuevo León. Si vas al norte, apuesto a que uno de tus souvenirs será una bolsita de chicharrón de La Ramos, la carnicería que lo ha preparado durante 45 años logrando un bocado carnudito, grasoso y con piel crocante logrado con una fritura profunda, que a diferencia del chicharrón chilango, que solo es la piel frita.
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El chicharrón norteño es el nieto de los torreznos de Soria, un tocino de cerdo frito, usualmente con su propia manteca. Una técnica de conservación de los alimentos propia de la Edad Media. Un producto de la necessidad que hoy, es una receta para saciar el antojo.
Dichos torreznos viajaron al Nuevo Mundo con los españoles al traer al cerdo en su despensa y por eso hoy tenemos pedacitos de cerdo tan decadentes.
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También fue una táctica religiosa durante los tiempos de Conquista en la que se buscaba convertir a los judíos en católicos. "Los Reyes Católicos les prometían un título nobiliario en la Nueva España si venían a establecerse en la tierra colonizada. Para asegurarse de su conversión de fé, les hacían comer torreznos de Soria antes del viaje", explica el chef Rodrigo Rivera Río chef y propietario de Koli. Si lo comían, es que ya estaban listos para su nueva religión y su nueva vida.
Es así que en 1492, por el Edicto de Granada judíos y árabes salen de casa a explorar el norte del país, un sitio agreste y desértico del que sacaron mucho provecho adaptándose al entorno y a sus recursos naturales.
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Cuando llegaron, muchos de ellos conservaron usos, costumbres y su religión en secreto, a ellos, los criptojudíos se les denominaba marranos y para constantatar que seguían siendo católicos se les ofrecía cerdo a manera de torreznos, pero también de manera escondida en los alimentos como los frijoles y los dulces. Por eso, cuando escuches "frijoles con veneno", se refieren a que contienen cerdo.
Este chicharrón carnudito es del gusto de todos, no solo en Monterrey en donde lo podemos disfrutar en colaboraciones con el chef Adrián Herrera, en una pizza de cadena comercial, en dulces, tacos y hamburguesas. En Ciudad de México es bien recibido en las taquerías, hamburgueserías y restaurantes. Además de La Ramos, este chicharrón tiene presencia desde tiempos de pandemia por Covid19 con Chicharrón Norteño, así que será fácil de encontrar si mueres de antojo.
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