En su columna P.D. Tengo Hambre, Diana Féito les cuenta a los lectores de Menú sobre Los Atarantados, la taquería favorita de Monterrey.
Hace unos meses leí sobre una boda donde la pareja instaló una réplica de una taquería regia, y pensé: qué excéntricos. Pero tras probar los tacos de Los Atarantados, entendí perfectamente el nivel de devoción. No soy fan de seguir las modas ni los lugares que tapizan el Instagram, pero esta vez decidí dejar mis prejuicios a un lado y darle una oportunidad a esta taquería “gentrificada” (aunque el término me parece un poco tramposo, considerando que su primer local abrió en San Pedro, Nuevo León, con el mismo concepto que conocemos en tierra aztecas.
Gran parte de mi motivación para visitar la taquería fue el rumor que circula desde hace algunos meses en la Ciudad de México sobre “la falta de picor” en las salsas. Se dice que muchos locales se han adaptado a los nuevos habitantes foráneos que poseen un paladar no apto para los grados Scoville. Así que, ante esa amenaza de “arruinar” nuestras amadas salsas, fui a ver por mí misma si los chismes eran ciertos.
Todos sabemos que una buena salsa, puede hacer o deshacer al taco. Aquí, te aseguro, hay magia. La cachetada de trompo Ramos con salsa de ceniza de habanero no la tiene ni el mago Frank (si entendiste la referencia más vale llevar Riopan en bolsa). Imagínate esto: una tortilla de harina con trompo Ramos (mezcla de arrachera y su famoso chicharrón), queso, jocoque, aguacate y chicharrón espolvoreado. Cada bocado te lleva directo al corazón (perdón, cardiólogos).
Hay ocho tipos de salsa para escoger: la verde y roja taquera, que no pican pero añaden buen sabor; la de cacahuate, la misma que llevan las papas enchiladas; y mis dos favoritas, la verde cruda (muy picosa) y la de ceniza de habanero, ácida y picosa en perfecto equilibrio. También hay tzatziki (yogurt con ajo y pepino) pensada para los tacos árabes, yo la utilicé para el taco de trompo de cordero y fui feliz.
Probé también el volcán atarantado, montado en una tostada de maíz con costra de queso y una combinación de trompo de cerdo y arrachera. Chiquito, pero matón. Para los que se enfrentan a la indecisión taquera, recomiendo el trompo surtido (4 tacos que mezclan las cuatro carnes: cerdo, arrachera, cordero y Ramos) para descubrir tu favorita en la próxima visita y no andar con rodeos cárnicos.
Me quedé con ganas de probar los piratas atarantados (tacos con queso, tocino y carne asada) y las papas fritas enchiladas con arrachera. Pero la espera fue larga (40 minutos en un domingo a las 2 p.m.), y aunque el servicio fue atento, los trompos se terminaron en tiempo récord y el resurtido fue lento. Consejo de amigo: ve temprano o evita las horas pico, y mejor que el grupo sea pequeño, porque el espacio y el servicio no ayudan mucho con mesas grandes.
Los Atarantados no es un capricho barato, pero entre tacos bien hechos y salsas que pican (sí, siguen picando), aquí se aprende lo que es una buena taquiza regia, y eso, mis queridos lectores, no tiene precio.
Los Atarantados
Dirección: Córdoba 113, Roma Norte, Cuauhtémoc, CDMX.
Horario: Domingo a jueves de 13:00 a 01:00 horas, viernes y sábado de 13:00 a 02:00 horas.
Teléfono: 55 5584 0947
Costo promedio: $450.00 pesos
Diana Féito es periodista gastronómica, apasionada por descubrir historias. Siempre la encontrarás comiendo algo rico y compartiéndolo en sus redes.