"Cuando comencé el proyecto de Barón de la Cerveza, mi interés principal fue desarrollar una marca con bebidas de calidad, en sintonía con distintos estilos pero siempre con la constante de hacer producciones muy bien cuidadas, dignas de disfrutarse como bebidas per se
, a la vez que darnos la oportunidad de encontrar excelentes armonizaciones gastronómicas. A manera de juego, pero también pensado en la forma de tener una imagen propia, se me ocurrió ponerle nombres de mafiosos o personajes relacionados con la mafia y eso le llamo mucho la atención a la gente, fue una de las cosas que les atrajo para probar nuestras cervezas ; aunque desde luego lo que más me importa es que estén convencidos de su calidad", expresa Alejandro Rojas, responsable de Barón de la Cerveza.
Al Capone, Eliott Ness y Dillinger son algunos de los nombres con los que Alejandro ha designado sus cervezas
, abriendo en cada temporada del año la oportunidad de ofrecer una nueva variedad que además empate con otro personaje de la mítica galería del mundo de la mafia. "Algunos me sugirieron que lanzara una nueva etiqueta que llevara el nombre de algún mafioso mexicano; específicamente me decían que fuera algún personaje famoso del narco. No fue algo que me llamara mucho la atención, pero siguiendo un poco este recuento de personajes clásicos me remití a otros personajes mexicanos que fueron tema para la prensa y, por supuesto, para las autoridades, solo que en los primeros años del siglo XX, todavía con la turbulencia de los conflictos revolucionarios: La Banda del Automóvil Gris.
"Era un grupo que allá por 1915 asolaba la Ciudad de México, una de sus características es que viajaban precisamente en un auto gris con vestimenta militar. Incluso una de las primeras películas que se filmaron en México llevó como tema la historia de esta banda. Cuando me enteré de esta historia pensé que sería un buen tema para una de nuestras cervezas, que de algún modo recupera la imagen de los delicuentes de antaño. La Banda del Automóvil Gris es una American Lager clara con 5.4 grados de alcohol. Es ideal para acompañar platillos picantes y una gran variedad de tacos; también la recomiendo para postres que incluyan cítricos, como un pay o una carlota de limón. Es una cerveza muy versátil para diversos tipos de platillos y botanas", explica.
Alejandro destaca que su labor en el ámbito de la cerveza artesanal comenzó en 2008, comercializando algunas marcas artesanales mexicanas acompañadas con algunas extranjeras en un momento en que este tema creaba grandes expectativas en el mercado mexicano. "Nuestro nombre, inspirado en algunos personajes históricos de la Prohibición tanto en lo real como en lo caricaturesco, fueron los que nos dieron pie a trabajar este concepto mafioso. En 2011 empezamos produciendo nuestra propia marca de cerveza: Barón de la Ceveza”, incursionando con algunos estilos variados; pero para 2013 nos inclinamos por el estilo Oatmeal Stout con café y chocolate, como en el caso de Dillinger, Alcapone café y Gambino Chocolate.
"En ese mismo año trabajamos el estilo Belgian Specialty Ale como cerveza de temporada: Bonnie, que recordaba precisamente a Bonnie Parker, la célebre pareja criminal y sentimental de Clyde Barrow. En 2016 trabajamos una nueva etiqueta Yakuza con un estilo nuevo Scottish Export 80 con Té Chai, proyectándose como una cerveza de gran sabor, espuma y consistencia, ideal para los consumidores que gustan de una cerveza clara y refrescante para temporadas calurosas", refiere.
Resalta que en la medida de los gustos, las preferencias y también de las posibilidades de hacer variedades con la que esté completamente convencido, hay etiquetas que han tenido que desaparecer. Otras más, en cambio, surge a tono con un momento importante de la empresa, y con el interés de hacer algo diferente, como es el caso de Clyde Aniversario 6, una Porter con 8 grados de alcohol, y "cuyo sabor general puede terminar de seco a medio-dulce. El nivel de amargor hop, y la atenuación. Puede tener un carácter agudo de los granos tostados oscuros equilibrados con canela".
"El mercado actual de la cerveza artesanal nos exige ser creativos, consistentes, con un concepto muy definido de la calidad.
Es un mercado muy competitivo, muy peleado; hace unos cuantos años había 400 cervecerías, y ahora hay más de 3 mil. No todas son buenas, falta consistencia y eso hace que muchas veces en la comercialización tengas que ser muy cauteloso, porque no siempre hay garantía de calidad en la próxima entrega.
"Me gusta estar en el segmento de los independientes, y pienso seguir así. No pertenezco a ninguna asociación, comenzando porque el hecho de ser parte de alguna de ellas representa un desembolso que todavía muchos productores no tenemos capacidad de realizar, además de que muchos de los temas que abordan no van en función directa con la problemática que vivimos muchos artesanos de la cerveza. Hay que seguir trabajando muy fuerte y convencer al público con consistencia y buenos productos: ofrecer una cerveza mexicana con calidad e identidad", resalta Alejandro Rojas.