El trigo y arroz son alimentos muy importantes en la dieta de cualquier persona pero en nuestro país el arroz es un platillo muy consumido en los hogares mexicanos. Estos alimentos tiene gran alcance debido a las propiedades que poseen y aportan al organismo, y a su precio.
El arroz es el grano más popular en todo el mundo, principalmente en países orientales como Bangladesh, China, Japón, entre otros, en los cuales forma parte de su alimentación diaria.
Los beneficios del trigo y arroz como las proteínas, hierro, potasio, zinc, vitamina D, tiamina, complejo B, calcio y ácido fólico se están perdiendo debido al aumento de CO2 , de acuerdo a un artículo publicado por The New York Times.
El cambio climático ha afectado los cultivos del arroz y trigo, si bien, el dióxido de carbono forma parte del proceso de fotosíntesis y ayuda al crecimiento de la plantas, el exceso de éste los daña.
Los científicos estudian cómo el cambio climático afecta los cultivos: "cuando estudiamos la seguridad alimentaria, a menudo nos hemos centrado en cómo el cambio climático podría afectar la producción de cultivos" Dr. Lewis H. Ziska del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Cuando hay un aumento de los niveles de CO2 provoca que los alimentos sean menos nutritivos , ya que modifican la composición química del arroz y trigo, por lo cual generan una pérdida de los principales nutrientes .
Aunque no siempre se han llevado a cabo estudios de los alimentos y las afectaciones que tienen debido a la contaminación . "Pero la calidad de esos cultivos y su contenido nutricional puede ser igual de importante, y eso no siempre ha recibido el escrutinio minucioso que merece" agregó Dr. Ziska.
Sin embargo, con mayor producción de CO2 los nutrientes de los alimentos se perderán y se afectaría la alimentación de miles de personas disminuyendo los beneficios que aportan. Por ende, es importante modificar ciertas actividades del ser, las cuales emiten grandes cantidades de contaminantes.
Actualmente, los niveles de dióxido de carbano en la atmósfera son alrededor de 410 partes por millón, mientras que hace tres décadas estaba en 350 partes por millón.