Eduardo García
, fundador de Máximo Bistrot , decidió rendirle homenaje a su restaurante a través de un libro. En esta obra no solo se incluyen las preparaciones que hicieron de este espacio uno de los consentidos de a CDMX: también es un reconocimiento a todos los que estuvieron detrás de su éxito. “Es un regalo, nos vamos de aquí. Nos mudamos a un sitio más cómodo para los comensales y los empleados”, comentó el chef.
Máximo abrió en el 2011 y este año se tomó la decisión de cambiar de aires. La publicación es una manera de dar ese ‘portazo’ final y culminar con una etapa. “Cuando Vivian me comentó de él, decidimos que fuera una forma de recordar los ocho años de vida del restaurante”.
Eduardo trabajó junto con Vivian Bibliowicz , fotógrafa y periodista enogastronómica, durante siete largos meses en su elaboración: “Son 48 recetas principales y 22 sub-recetas. El objetivo es compartir las recetas con todos. Son mi versión de lo que he probado, de lo que me ha gustado, de lo que he vivido, de los sabores que me emocionan", explicó García.
Entre las hojas de “Máximo” podemos encontrar platillos que lo han distinguido, como el aguachile de callo con maíz criollo, el lechón rostizado con salsa tatemada o los elotitos inspirados por su etapa en Pujol. Sin embargo, su favorito es la ceniza de berenjena. “Por eso es la página inicial, es el primer platillo que hicimos y el único que siempre prepararemos. Surgió cuando me fui a trabajar a la selva con mi esposa Gabriela. A mí me gustaba cocinar afuera, en una piedra enorme que era mi fogón. Un día se me ocurrió hacerla a mis clientes y se convirtió en consentido”.
Sus páginas centrales están pintadas de verde, el color más cercano a Lalo ya que representan su vida en el campo. Este espacio simboliza el corazón del libro con lo más importante para él: la gente. “Soy de Guanajuato, de familia de campesinos, y en algún momento de mi vida lo volveré a ser. Emigramos a Estados Unidos cuando yo tenía nueve años, en búsqueda de un sueño, para trabajar en la pizca de los estados del este. De esos años nace el amor y conocimiento a los productos que yo sembraba. Mi escuela fue la tierra“, dice el cocinero.
“Es muy importante darnos a conocer a través de este material y hablo de todos: de mí, de la gente que trabaja aquí, los cocineros que han pasado por el restaurante y también de los proveedores”, confiesa Lalo.
Eduardo espera que el libro tenga un buen impacto en la industria gastronómica. “Queremos dar al mundo la técnica y el conocimiento del cocinero mexicano. Es una muy buena guía para las escuelas de artes culinarias, con procesos nacionales”, concluye.
Se imprimieron cuatro mil ejemplares y la preventa se hace vía correo electrónico en: ellibro@maximobistrot.com.mx . También se pueden encontrar a finales de noviembre en Máximo Bistrot, Havre 77 y Lalo! con un costo de $1200 pesos.