¿Cuántas veces no vamos al super con más antojos que las compras verdaderamente necesarias? Aunque tengamos nuestra lista de ingredientes en mano, somos permisivos en llevar algunos alimentos extra porque se nos ocurrió un sándwich para la semana, una gran idea pero que muchas veces se queda en intención, y es hasta después de unos días que caemos en cuenta que dentro del refrigerador tenemos un par de jitomates, lechuga y jamón que ya pasaron a mejor vida y que será mejor tirar a la basura y comprar otros para el sándwich que seguramente de nueva cuenta, no vamos a preparar.
De acuerdo a la UNESCO , en México se desperdician 300 mil 300 millones de toneladas de alimento de lo cual el 40% es lo cosechado en el campo que no califica para venta debido a que la fruta o verdura salió deforme, tiene un golpe o no creció lo suficiente.
63% del nopal se desperdicia en el país.
Fuente: Sin Hambre / Foto: Marzena, Pixabay
De acuerdo al Banco Mundial , los mexicanos desperdiciamos el 28.7 por ciento de las tortillas , es decir, casi tres de cada 10 terminan en el bote de basura. Esto sumado al 40.2 por ciento de la carne de puerco podría decirse que de 10 tacos de carnitas que se podrían aprovechar, tres tacos y medios de esta delicia michoacana, se van al limbo.
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Otros alimentos que no se aprovechan en su totalidad son la carne de res con un despojo del 35.4 por ciento, así como el 37.2 por ciento del arroz producido en nuestro país. Esto aunado a cifras de El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria ( CEDRSSA ) de la Cámara de Diputados, nos dicen que el 37 por ciento del pescado y el 35 por ciento del pollo , también se desperdician.
57.7% de la guayaba se desperdicia.
Fuente: SEDESOL, Sin Hambre Foto: Evita Ochel from Pixabay
Y no solo es el alimento perse, es el trabajo que hay detrás en el campo con la mano de obra, el transporte y gasto de combustible, así como el almacenamiento en super mercados y consumo de energía eléctrica. Sin contar que todo ese alimento que quedó sin aprovecharse, esos tres tacos de carnitas pudieron ser el alimento para 7.5 millones de personas que padecen de hambre crónica.
Lo primero es ser consciente de qué vamos a comer y qué necesitamos realmente. Ir de compras después de comer podría ayudar a frenar los antojos, además de llevar una lista de los artículos verdaderamente necesarios.
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Si tienes un restaurante o negocio de comida y te sobra comida, puedes darla en donación al Banco de Alimentos México (BAMX) o bien, preparar comidas sencillas para alguna casa hogar que lo requiera.
54.5% de los mangos se desperdician.
Fuente: SEDESOL, sin Hambre Foto: Dean Moriarty from Pixabay
También está Cheaf, una app en la que puedes vender la comida que no vendió durante el día a menor precio y así recuperar al menos, el costo de la materia prima. Otra app que funciona en nuestro país para evitar el desperdicio es Olio , en la cual los usuarios avisan a la comunidad qué alimentos están disponibles de su alacena y no tiene costo.