Las salsas y aderezos nunca faltan en nuestra despensa: desde las que ocupamos todos los días para darle un mejor sabor a nuestra comida, hasta las que solo ocupamos una vez para una receta en específico y que no volvemos a abrir hasta después de un tiempo. ¿Alguna vez te has preguntado qué tipo de salsas van en la nevera y cuáles no? Descúbrelo.
Esta famosa salsa de tomate está elaborada principalmente con vinagre sal y azúcar los cuáles ayudan a que las bacterias no proliferen dentro de ella. Por esto, no necesita refrigerarse si la vas a consumir en un par de semanas. por el contrario, si la cátsup no es tanto de tu agrado y la usas muy de vez en cuando, considera guardarla en el refrigerador.
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Aunque en la etiqueta nos sugiere que se guarde en el refrigerador, este aderezo está hecho a base de vinagre y algunos elementos ácidos que hacen que estos alimentos duren mucho más, por lo que solo deberás preocuparte por mantenerla alejada de la luz del sol.
Este tipo de salsas son ricas en ácidos y también están hechas a base de vinagre , por lo que no necesitan de refrigeración, además su picor es otro elemento que ayuda a que no se produzcan bacterias que favorezcan su descomposición.
Esta salsa, también conocida como salsa inglesa, está hecha de proteínas como las anchoas, que le aportan matices ácidos y salados, esto le ayuda a mantenerla en buen estado. Algunas marcas recomiendan en sus etiquetas que se conserve en refrigeración debido a un problema de calidad.
La salsa de soya es una de las más resistentes a los organismos patógenos que generan la descomposición de los alimentos, debido a que está fermentada y tiene compuestos como el sorbato de potasio y ácido láctico que no permiten que prolifere ningún microorganismo en ella.
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