La chaya es una de las plantas más importantes de la cocina del sureste del país, pues es base de una gran variedad de platos, es originaria de Yucatán y normalmente se consume cocida, aunque también se puede comer en ensalada y en agua.
La gente local tiene un gran respeto por estas plantas por lo que es común que antes de cortar algunas hojas, hablen con ellas para pedirles permiso y proceder a cortar sus hojas, se dice que, de no realizar esta petición, la planta sacará sus espinas y provocará urticaria a quien corte sus hojas sin permiso.
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Este arbusto que crece de dos a tres metros de altura tiene grandes beneficios para la salud, pues contiene más propiedades nutricionales que la espinaca, el amaranto o la lechuga.
Los nutrientes que más destacan de la chaya son el hierro, la proteína, la fibra , el calcio, potasio, vitaminas A y C y antioxidantes como los carotenoides.
Al tener un gran contenido de hierro esta hoja puede ayudar a combatir y prevenir la anemia, pues este mineral esencial se requiere para producir hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que se encarga de transportar el oxígeno a los pulmones y a distintas partes del cuerpo.
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Esta hierba se puede tomar en infusión y se le atribuye un gran poder hipoglucemiante, es decir que funciona como auxiliar en el tratamiento de los pacientes con diabetes tipo 2, pues es capaz de disminuir los índices de glucosa en la sangre.
Un estudio realizado en 2009, reconoció las propiedades antioxidantes de la chaya , pues estos son de vital importancia ante los radicales libres, pues previenen el envejecimiento prematuro, además ayudan a prevenir el sobrepeso y tienen un alto poder antiinflamatorio.
Consumir regularmente esta planta también ayudará a reducir el colesterol y los triglicéridos en la sangre.
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