El calostro materno es la primera leche producida por las mamás lactantes , comienza a producirse a partir de las 12 o 18 semanas de embarazo y continua durante los primeros días del nacimiento del bebé.
Esta leche es concentrada, espesa y pegajosa. Normalmente es de color amarillo, clara o blanca. Trae un alto contenido en proteínas, azucares y grasas. También contiene grandes cantidades de inmunoglobulina A, la cual protege las mucosas del intestino, la nariz e incluso la garganta de bebé. También es rico en carbohidratos, lo cual ayuda a prevenir que, al bebé de padecer hipoglucemia, (un bajo nivel de glucosa en la sangre).
Provee al neonato de anticuerpos , lo cual reforzará su sistema inmune y lo ayudará a madurar, además, lo protegerá de contraer alguna enfermedad. El calostro también actúa como laxante y lo ayudará a expulsar las primeras heces del bebé conocidas como meconio, también ayudará a eliminar el exceso de bilirrubina, por si fuera poco, es fácil de digerir, por lo que no causa problemas de estreñimiento.
Gracias a la gran cantidad de nutrientes que aporta, se le considera como la primera vacuna que recibe el bebé, pues les brinda protección inmunológica lo cual les garantiza una transición exitosa del entorno intrauterino al ambiente extrauterino no estéril. Tiene una gran cantidad de vitaminas A, E y K y algunos minerales como el sodio o el zinc los cuales son indispensables para que el infante goce de buena salud.
Los bebés toman aproximadamente una onza de leche el primer día de nacidos divididas en varias tomas durante el día, está cantidad aumenta conforme van pasando los días y de igual manera, el calostro se va convirtiendo en leche materna.