El placer de ingerir bebidas alcohólicas es tan antiguo como la humanidad misma. A diferencia de lo que la gran mayoría piensa, hubo una preparación mucho antes del descubrimiento del vino o la cerveza: el hidromiel .
Una dulce coincidencia
Se trata de una bebida fermentada , cuyos ingredientes principales son agua y miel cruda, además de levaduras salvajes o de cepas específicas, domesticadas y añadidas por el hombre.
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Se estima que el hidromiel acompaña a la civilización desde el año 8,000 a.C., los antropólogos coinciden en que su descubrimiento fue casualidad. La teoría más popular, asegura que fue producto de la combinación de la miel de un panal que las abejas construyeron dentro de un tronco caído; y el agua de lluvia que la diluyó dentro del hueco del árbol. Con estos dos ingredientes, las levaduras naturales y las condiciones correctas, la fermentación tuvo lugar y alguna persona probó por primera vez este elixir que se replica hasta hoy.
Su primera aparición en la literatura fue dentro del libro sagrado hindú RigVeda, y se ha servido en las copas del pueblo y de la nobleza. Su contenido alcohólico depende de la cantidad de miel que se añade y el tiempo de fermentación, pero suele ir de los 3.5 a los 18 grados.
Cortesía de las abejas
Gustavo González, fundador de Cerveza Cosaco, explica: “todas las mieles tienen un gusto y un aroma particular, lo que influye en el sabor final del hidromiel , a pesar de que las levaduras y las condiciones de fermentación sean las mismas”. El dulzor puede ser casi imperceptible en aquellas recetas que se añejan por más tiempo, mientras que las tandas jóvenes conservan algunos azúcares. Las burbujas de CO2 son características de este tipo de brebajes, aunque la efervescencia puede ser difícil de conservar de forma natural, es por ello, que hay métodos en los que se añade gas de manera artificial.
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Gracias a dicha bebida, se conoce al periodo posterior a una boda como “luna de miel”. En el siglo XVI se alentaba a las parejas de recién casados a beber hidromiel durante un ciclo lunar, lo que según la creencia popular, los ayudaría a procrear un varón.
“El hidromiel es una buena bebida alcohólica, es un fermento que como el pulque o la cerveza, involucra ingredientes naturales que son buenos para quien lo consume con moderación.” añade Gustavo, quien disfruta del hidromiel con el debido respeto que merecen aquellas con altos porcentajes de alcohol.
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El fundador de Cosaco, asegura que hay mucho terreno por explorar en el hidromiel , en la adición de frutas, especias y otros elementos, ahí es donde se puede echar a volar la imaginación.
