Los huevos benedictinos son uno de los platillos perfectos para almorzar. Su consistencia suave, así como su amplio sabor y estética en el plato, los convierten en la mejor receta para comenzar el día.
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El origen de los huevos benedictinos
¿Sabías que hay muchas teorías respecto a su verdadero origen? La primera empieza en 1894, cuando al aparecer Lemuel Benedict, un agente de Wall Street, estaba buscando una receta para la resaca que publicaría en el New York Times en 1942.
Otros dicen que fue en 1967 cuando el mismo periódico publicó una columna de Edward Montgomery, asegurando que la receta original era de su tío Elías Cornelio Benedicto, un banquero de la época.
Finalmente hay quien asegura que se nombraron así en honor al papa Benedicto XIII que acostumbraba a pedir sus huevos con salsa holandesa. Lo cierto es que esta receta de huevos es la más popular en Nueva York y en cualquier brunch. Por eso en Menú te enseñamos cómo prepararlos, cabe mencionar que cada 16 de abril se acostumbra a celebrar a este delicioso platillo.
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Ingredientes
Para la salsa holandesa
- 2 cdas. de vinagre de vino blanco
- ½ cdita. de hojas de estragón fresco o seco
- 5 granos de pimienta martajados
- 1 cda. de agua
- 3 yemas
- 200 g de mantequilla derretida
- Gotas de jugo de limón al gusto
- Sal y pimienta al gusto
Para los huevos pochados
- 3 tzas. de agua
- 4 huevos frescos
- ½ cda. de vinagre
- 1 cdita. de sal
Para servir
- 2 panes tipo english muffin
- 4 rebanadas de jamón
- hojas de tomillo fresco, al gusto
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Procedimientos
Para la salsa holandesa
- Hierve en una cacerola pequeña el vinagre, el estragón, la pimienta y el agua hasta que se evapore la mitad del líquido. Cuela y deja enfriar.
- Mezcla las yemas con la mezcla de vinagre que redujo. Pon el recipiente a baño maría a fuego alto; con un batidor de globo bate la mezcla hasta que espese.
- Añade de a poco y sin dejar de batir, la mantequilla derretida. Agrega sal y pimienta al gusto, así como algunas gotas de jugo de limón. Retira del fuego y reserva.
Para los huevos pochados
- Calienta a fuego medio en una olla 3 tazas de agua con el vinagre y la sal. Mueve con una cuchara el agua de forma circular y hacia un solo sentido.
- Rompe un huevo en un tazón pequeño (es indispensable que la yema no se rompa) y añádelo lentamente al agua. Deja que se cocine de 3 a 5 minutos.
- Sácalo con una espumadera y colócalo en un tazón con agua tibia. Repite este paso con el resto de los huevos y resérvalos.
Para servir
- Abre los panes por la mitad y tuéstalos en el tostador o en el horno.
- Coloca cada mitad en un plato individual y distribuya encima las rebanadas de jamón y los huevos pochados.
- Baña todo con la salsa holandesa y algunas hojas de tomillo fresco y sirva.
*Con información de Larousse Cocina.
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Así de sencillo tienes una receta ideal para comenzar tu día. Cuéntanos cómo preparas los huevos cada mañana y qué te pareció esta versión de huevos benedictinos.
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