Lo ames o lo odies, el Clamato es una de las bebidas más populares para acompañar una cerveza en un día de calor; aunque también puede tomarse solo para acompañar platillos a base de pescados y mariscos. Su particular sabor proviene de la mezcla de jugo de tomate y almeja pero, ¿sabes qué otros ingredientes contiene que lo hacen tan especial?
El nombre Clamato es una marca registrada que se creó a partir de dos vocablos ingleses: clam (que significa almeja) y ato de tomato (tomate), es decir, almeja más tomate. Fue producido, como lo conocemos actualmente, a partir de 1966 por la compañía Duffy-Mott en Hamlin, Nueva York, por el químico Francis Luskey y por otro empleado que quería crear un cóctel estilo el Manhattan clam chowder, combinando jugo de tomate y caldo de almejas con especias. Sin embargo, la receta de este especial jugo ya se encontraba en un libro de cocina desde una década atrás, según el libro Betty Crocker's Picture Cook Book.
De acuerdo con una radiografía de producto realizada por El Poder del Consumidor, el Clamato Vuelve a la Vida está hecho de estos 12 ingredientes:
1. Jugo de tomate reconstruido
2. Fructuosa
3. Glutamato monocórdico
4. Saborizaste natural de mariscos
5. Sal
6. Ácido cítrico
7. Cebolla en polvo
8. Apio en polvo
9. Ajo en polvo
10. Salsa picante
11. Pimienta en polvo
12. Colorante artificial rojo 40 o rojo allura
Los riesgos de tomar Clamato en exceso
Si bien, la mayoría de los ingredientes que conforman el Clamato que encontramos en las tiendas son alimentos naturales, hay tres que son procesados y, por lo tanto, su consumo en grandes cantidades y con frecuencia puede ser perjudicial para la salud.
El primero de ellos es el jugo de tomate reconstruido. Esto significa que proviene de un tipo de concentrado y no de jugo natural; además para obtener los beneficios del jugo de las frutas o verduras debe beberse al instante de prepararse, ya que si no, solamente aportará una buena cantidad de azúcares.
Un segundo ingrediente destacable es la fructuosa, un tipo de azúcar que, según el estudio “Jarabe de maíz de alta fructuosa y prevalencia de diabetes: una perspectiva global” de la Universidad de Oxford, está altamente asociada a la diabetes cuando se consume con frecuencia.
(Foto: Pixabay)
El tercero es el glutamato monosódico o GMS, el cual está presente en varios productos como las galletas, las papas fritas o frituras y en sopas instantáneas. Se trata de un potenciador de sabor que comenzó agregándose a las comidas enlatadas y las carnes procesadas. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) lo ha clasificado como un ingrediente "seguro"; sin embargo, debido a varios estudios, en los que los pacientes que lo consumen constantemente y en altas cantidades han presentado: náuseas, dolor de cabeza, taquicardia, opresiones en el pecho y debilidad, es que exige a las marcas que se indique claramente en sus envases que sus productos lo contienen.
Otras consideraciones para no tomarlo en exceso son que, de acuerdo con El Poder del Consumidor, el Clamato contiene 21.2 gramos de azúcar añadida. Esto es lo mismo que 4 cucharadas cafeteras. Esta cantidad abarca del 60% al 84% de lo recomendado para el consumo diario de un adulto. Lo conveniente, según la Asociación Americana del Corazón (AHA) son de 5 a 7 cucharadas de azúcar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el porcentaje de azúcares añadidas a los productos industrializados no rebase el 5% del consumo diario recomendado. El Clamato superaría el 80% de esta medida.
(Foto: Pixabay)
Además, cada botella de Clamato de 473 militros contiene 1,706 miligramos de sodio. Esta cantidad, al igual que la del azúcar añadida, abarca alrededor del 85% de la ingesta diaria recomendada para un adulto.
La OMS recomienda que la indigesta diaria de sodio sea de menos de 2 gramos. Una cantidad mayor a esta genera problemas de hipertensión y presión alta, y estos padecimientos se asocian a otros como la insuficiencia renal.
Finalmente, el rojo allura o rojo 40 es un colorante derivado del petróleo que, según resultados de investigaciones de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), está asociado al desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, y reacciones tóxicas en el metabolismo y carcinogenicidad a largo plazo, es decir desarrollo de cáncer.
Como todos los alimentos, nada es bueno consumido en exceso ni frecuentemente. Cuida tu alimentación y si puedes prepararlo tú mismo en casa con ingredientes naturales, mucho mejor.
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