La revista Eroski Consumer destaca las
propiedades del ajo contra las bacterias, hongos y virus. Por ello, este
alimento es común para aliviar congestiones nasales y enfermedades respiratorias como el resfriado común.
También ha demostrado su eficiencia ante problemas tales como el pie de atleta, el acné o infecciones gastrointestinales. Sin embargo, esto no significa que sea un sustituto a los tratamientos médicos.
Un estudio realizado por Iowa Women’s Health determinó que quienes comen regularmente
ajo crudo o cocido, frutas y vegetales reducen hasta un 35 por ciento el riesgo de padecer cáncer de colón.
Por su parte, una investigación elaborada por la Universidad de Carolina del Norte en Chappel Hill concluyó que el consumo habitual de
ajo disminuye la posibilidad de sufrir cáncer de estómago hasta en un 50 por ciento.
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A pesar de sus múltiples
beneficios para la salud, no debes abusar de él. La Clínica Cleveland advierte que su presencia excesiva dentro de una dieta puede provocar malestar estomacal, inflamación, diarrea, mal aliento y olor corporal.
De igual forma, Eroski Consumer desaconseja su consumo para las personas que sufran de hemorragias o que vayan a someterse a una intervención quirúrgica, debido a que su efecto anticoagulante aumenta el riesgo de sangrado.
Recuerda que es importante que consultes a un profesional de la salud antes de hacer cambios drásticos en tu
alimentación.