Cuando estamos enfermos, cansados o tenemos antojo de algo diferente, la infusión de jengibre con limón siempre aparece para saciar nuestro apetito. Nada como relajarse con esta bebida que se distingue por su sabor fresco y picante a la vez.
Sin importar si es de noche o mañana, ambos ingredientes le caen bien al organismo. Se sabe que regulan los niveles de glucosa, disminuyen los triglicéridos, mejoran la absorción de nutrientes y alivian el resfriado común, tal como lo indica la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Los beneficios del jengibre con limón han quedado más que demostrados por numerosos estudios e instituciones. Aunque poco se nos advierte de lo que podría pasar si rebasamos la cantidad que nuestro cuerpo tolera.
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La raíz del jengibre se extrae para elaborar infusiones, convertirla en polvo o deshidratarla, en cualquiera de sus presentaciones se aprovecha para preparar una infinidad de platillos y hasta postres durante la temporada de invierno.
Su activo principal es el gingerol, el cual le confiere su sabor y aroma característico. Dicho compuesto tiene propiedades antioxidantes, analgésicas, antiinflamatorias, fungicidas e hipotensivas. Y aunque pareciera una maravilla, hay personas que no son compatibles con él.
El Manual de Salud (MDS) de Estados Unidos explica que las personas que tienen diátesis hemorrágicas o que toman fármacos antiplaquetarios y warfarina no pueden consumir jengibre porque les ocasiona intolerancia. Un caso similar ocurre con aquellas que padecen afecciones cardíacas, irritación estomacal y cálculos biliares.
Hay quienes podrían experimentar acidez, reflujo, inflamación y exceso de gases tras la ingesta de la raíz. Mientras que el limón también podría empeorar los anteriores síntomas al ser ácido.
Un artículo del Centro de Investigación y Alimentación en Desarrollo, del Conacyt, detalla que el jugo de limón tiene un alto poder de erosión, lo cual podría ocasionar desgaste en el esmalte dental. Y considerando su cantidad de azúcares libres, podría propiciar la aparición de caries.
De igual manera, comer dicho cítrico todos los días acentúa trastornos como la gastritis, úlceras estomacales e irrita la mucosa oral, la lengua y la garganta. De ahí la importancia por no rebasar la cantidad que nuestro cuerpo tolera de jengibre con limón.
La Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, por sus siglas en inglés) indica en su sitio que beber jengibre es completamente sano, siempre y cuando no seamos intolerantes a sus compuestos. Lo ideal es consumir de 3 a 4 gramos de la raíz, equivalente a un trozo pequeño al día.
Y rebasar más de los 6 gramos podría traernos complicaciones gastrointestinales. Para que lo tengas en cuenta, dichas cantidades nos sirven para preparar entre 1 y 2 tazas de la infusión, esta es la cantidad que podemos tolerar diariamente.
Respecto al limón, basta con añadir unas cuantas gotas a nuestras bebidas. Comerlo por sí solo sería muy agresivo, es por ello que normalmente lo encontramos rebajado con agua y con alimentos que lo neutralizan (como la miel, canela, cúrcuma o manzanilla).
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