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Preparar caldo de res, pollo, de verduras, pescado o camarón siempre resulta en un platillo muy basto, por lo que suele sobrar. El caldo, aunque muy nutritivo, si no se aprovecha pronto, puede que se heche a perder. Para salir de dudas, aquí te contamos cuánto dura en buen estado cada tipo de caldo.
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¿Cuánto dura cada caldo?
El caldo de res y el de pollo duran, más o menos, la misma cantidad de tiempo, que varía entre tres y cuatro días en refrigeración adecuada. Ambas carnes tienen este periodo de vida limitado después de la cocción, la cual es mayor a cuando la carne esta cruda, que suele ser de hasta dos días.
El caldo de verduras es el que más suele durar dentro de la refrigeración, alcanzando hasta los cinco días en condiciones adecuadas, aunque es recomendable intentar consumirlo al cuarto día para reducir riesgos.
Por su parte, el caldo de mariscos es el que menos dura en refrigeración. Si bien, puede conservarse hasta tres días, los ingredientes animales no duran tanto. Los camarones cocidos, por ejemplo, deben limpiarse bien antes de refrigerar. Hay que retirar cabeza, cáscara y el intestino. Si lo prefieres, puedes guardar a parte los camarones en una bolsa hermética.
Con los caldos enlatados o empaquetados es el mismo procedimiento. Aunque pueden durar meses en alacenas o bodegas, una vez que se abren, deben seguir el mismo rigor para conservarse en buen estado.
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¿Cómo conservar el caldo?
La forma adecuada de conservar el caldo en el refrigerador es esperar a que el caldo se enfríe por completo. Una vez listo, debes pasarlo a un contenedor hermético para finalmente colocarlo en la nevera.
Recuerda que, por ningún motivo, ningún tipo de caldo, sea de carne o vegetales, debe pasar más de dos horas a temperatura ambiente. Después de este tiempo, las bacterias pueden comenzar a desarrollarse, entonces nada te garantiza que, refrigerándolo, pueda estar en buen estado después.
Un truco, si no quieres esperar a que se enfríe es poner el recipiente del caldo sobre otro más grande cubierto de hielos y moverlo unos minutos para que pierda calor. De esta manera estará a temperatura adecuada para ser refrigerado.
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No es conveniente que metas el caldo caliente al refrigerador porque, puedes alterar la temperatura del electrodoméstico y, eventualmente, dañarlo. Así como elevar la temperatura de los alimentos alrededor, promoviendo la proliferación de bacterias. En refrigeración, el caldo debe de estar a máximo 4° C.
Congelar el caldo es la mejor manera de conservarlo, también debe hacerse en recipientes herméticos, limpios y dividirlo por partes, ya que una vez que se descongele, no puede volverse a congelar. De esta forma te puede durar semanas, pero debes hacerlo en las condiciones óptimas y sin cambios de temperatura para que funcione.
¿Cómo saber si el caldo sigue en buen estado?
El olor es una de las formas más simples de identificar que un caldo está en buenas condiciones. Si huele agrio o despide aromas no muy agradables, es posible que se haya fermentado y las bacterias comiencen a reproducirse.
También, si aparecen puntos verdes, es muy probable que se trate de moho. Hay veces en las que el caldo se sedimenta y la capa de grasa se acumula en la superficie. Esta no es dañina, pero te recomendamos quitarla. Un truco es colar el caldo antes de llevarlo a refrigeración.
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Finalmente, si no estas seguro de que el caldo esté bueno, no queda más que probarlo. Si al primer sorbo sabe “raro” o no sientes el sabor de la carne ni las especias ya, es muy probable que no esté bueno.
Por eso, siempre es mejor planear las cantidades de los platillos que cocines, así como tener en cuenta qué otras cosas puedes preparar con base a las sobras de días anteriores. De esta manera, reduces desperdicios, gastos y cuidas tu salud y el ambiente.
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