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Mucho se ha hablado de que comer carne podría aumentar el riesgo de padecer cáncer , para muchos este es un tema que preocupa debido a que es uno de los alimentos más comunes en los platos, no sólo de los mexicanos, también en todo el mundo.
Pero no sólo se trata de comer o no comer carne , ya que todo depende del tipo que comemos y también de la cantidad. De acuerdo con la World Cancer Research Fund International , lo importante a la hora de elegir es limitar el consumo de carnes rojas y procesadas.
“La carne roja es una buena fuente de proteínas, hierro y otros micronutrientes”, aseguran y explican que para aquellos que desean consumir carne lo más recomendable es limitar su consumo a no más de tres porciones por semana , equivalentes entre 300 y 500 gramos de peso crudo.
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Otra de las recomendaciones es preferir los cortes magros (sin grasa), en lugar de cortes grasos, y sustituir la carne roja por la de aves (pollo y pavo) y el pescado; asimismo, afirman que los huevos y los lácteos también son fuentes valiosas de proteínas y micronutrientes.
Para los miembros de la World Cancer Research Fund International, el consumo de carne no se debe evitar por completo, ya que puede ser una fuente valiosa de nutrientes como hierro, zinc y vitamina B12.
Fernanda Alvarado, especialista en nutrición, educadora en diabetes y colaboradora de El Universal, hace hincapié en que el consumo de carnes procesadas como los embutidos, las salchichas y el jamón, y las carnes curadas como el jamón serrano, sí está relacionado con el desarrollo prematuro del cáncer colorectal.
La especialista comentó que por cada porción consumida diariamente de 50 gramos de carnes procesadas, aumenta en un 18% la posibilidad de desarrollar este tipo de cancer.
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Si se compran carnes magras empaquetadas, es importante revisar la etiqueta nutricional y elegir el pavo y el pollo sin piel, para evitar consumir grandes cantidades de grasa.
A la hora de preparar la carne , lo recomendable es cocinarla asada o al horno, no agregar grasa ni aceite extra, intentar consumir cantidades más pequeñas y acompañarla con verduras y leguminosas.
Es importante siempre procurar llevar una dieta balanceada e incluir diversos tipos de alimentos, además de consultar a un experto en nutrición para que haga una dieta de acuerdo a nuestras necesidades, en la que se incluyan las porciones necesarias que debemos consumir de carne a la semana .