Es bien conocido que el agua es indispensable para los ciclos naturales del planeta y de nuestro organismo. Sin embargo, su función va más allá de mantenernos hidratados y saciar nuestra sed en un día caluroso. Este líquido juega un papel fundamental para hacer que toda una variedad de órganos de nuestro cuerpo funcionen correctamente, entre ellos se encuentran los riñones que forman parte del sistema urinario. ¿Ocho vasos al día? ¿Un litro? Hoy en Menú te contamos la cantidad de agua que debes tomar para cuidar de tus riñones .
De acuerdo a una investigación del Departamento de Nefrología del Hospital Universitario de Canarias, los riñones utilizan el agua que consumimos diariamente para filtrar y expulsar los desechos de la sangre en nuestro cuerpo. Es a través de este proceso de limpieza que se genera la orina.
Un artículo publicado en el portal “Más Salud” de la Facultad de medicina de la UNAM, señala que cada riñón está conformado por millones de nefronas, diminutas estructuras con un componente llamado glomérulo.
Los glomérulos actúan como pequeños filtros que depuran cada mililitro de la sangre por minuto. Eso es debido a que en nuestras venas se depositan todos los días toxinas que nuestro cuerpo produce naturalmente, como creatinina, urea y ácido úrico. Pero también están presentes sustancias nocivas que pueden tener origen en nuestra alimentación o en la ingesta de algunos medicamentos. Por eso, además del agua , es deseable tener una dieta balanceada.
Según el artículo de la UNAM, para que los glomérulos funcionen adecuadamente, la sangre debe de llegar a ellos con una presión adecuada. Si llegamos a padecer presión alta o muy baja, puede que la limpieza no se haga correctamente, dejando a nuestro cuerpo expuesto a las toxinas.
Por otra parte, las nefronas también están compuestas por los tubos renales que se encargan de absorber también toxinas, electrolitos, fármacos y otras sustancias como la glucosa, una vez que la sangre ha sido filtrada.
Es muy importante que la sangre llegue ya filtrada a los tubos, ya que en caso de que haya un exceso de glucosa, por ejemplo, la absorción de los tubos renales será insuficiente y empezará a drenarse glucosa por la orina. Lo cual causará daño a los capilares y arterias renales ocasionando aterosclerosis. Esta condición hace que disminuya el riego de sangre y se afecte la capacidad de filtración.
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Cuando estas funciones del riñón se dañan, una persona puede llegar a desarrollar lo que se conoce como Enfermedad Renal Crónica (ERC), que se produce cuando los riñones ya no tienen la capacidad de filtrar adecuadamente las sustancias que son perjudiciales para el cuerpo, causando retención de líquidos y una serie de fallas a lo largo de todo el organismo que pueden empeorar poco a poco.
Lo peor de esta enfermedad es que es silenciosa. De acuerdo con la clínica Mayo, la mayoría de los pacientes pueden no presentar síntomas por un largo tiempo, cuando estos se presentan es porque el daño ha avanzado significativamente.
Además, el artículo de la UNAM explica que los riñones están conectados al sistema urinario, que se relaciona de manera estrecha con todos los demás sistemas del cuerpo, como el cardiovascular y neurológico, por lo que los pacientes con ERC pueden padecer desde fatiga y disminución de la capacidad mental, hasta fallas severas en el corazón y los pulmones por acumulación de líquidos que no se filtraron.
La investigación realizada por el Hospital Universitario de Canarias hace hincapié en que una buena ingesta de agua ayudará a prevenir el desarrollo de la ERC.
La recomendación de la UNAM es ingerir por lo menos un litro de agua al día por cada 35 kilogramos de tu peso corporal. No obstante, la cantidad puede variar en función de los hábitos de la persona. Por ejemplo, en el caso de aquellos que viven en un clima muy caluroso, se deshidratarán muy rápidamente, por lo que obviamente necesitarán una ingesta más alta. Lo mismo aplica para aquellos que trabajan en exteriores o realizando una actividad física extenuante, como el caso de las fábricas. Es por ello que las recomendaciones varían de acuerdo a la persona.
Lo que sí aconseja la UNAM a todos, es estar atentos a cualquier dolor o síntoma que pudiera ser un indicador de una afectación en los riñones. Recuerda que una atención temprana puede ser la clave para una rápida recuperación.
Así que ya lo sabes, más allá de mantener la figura, el agua es muy importante para tu cuerpo. No olvides siempre tener una botella a la mano.
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