Todos la comemos con chile o en pizza. Se trata de la piña, una fruta que se distingue del resto por su contenido de ácidos orgánicos (cítrico y málico) que le dan ese característico sabor y su aporte elevado de vitamina C.
Este es el alimento favorito de muchas personas para comenzar las mañanas, ya que generalmente se consume en jugos. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que comerla por las noches también puede tener un impacto positivo: desde dormir mejor hasta favorecer la digestión.
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Erróneamente se cree que comer algunas frutas por la noche es dañino, tal es el caso de la piña. Sin embargo, diversos estudios han encontrado que incluirla en la cena proporciona un efecto de saciedad.
En el caso de la Ananas Comosus L, nombre científico de la piña, se recomienda consumirla para combatir trastornos del aparato digestivo. Si a menudo te vas a la cama con una sensación de pesadez, cenar esta fruta alivia la acidez estomacal gracias a la bromelina.
La bromelina es una enzima vegetal que cuenta con propiedades digestivas, lo que la convierte en una excelente aliada para disminuir la indigestión, combatir infecciones ocasionadas por bacterias, reducir la inflamación y los gases, explica la Revista Salud Pública y Nutrición de la UANL.
Por otra parte, la Biblioteca Digital de Medicina Tradicional de la UNAM destaca que la piña es efectiva para combatir el “mal de orín”. El nombre científico de esta enfermedad es “infección urinaria” y se caracteriza por ardor, mal olor, sangre o pus al miccionar.
Las personas que tienen infecciones en las vías urinarias se despiertan de manera frecuente por la noche, lo que repercute en su descanso. En este caso, se recomienda cenar ligero y, lejos de incluir líquidos, preferir frutas con abundante fibra (por ejemplo, la piña).
Sobre la misma línea, la Ananas Comosus L es rica en triptófano, aminoácido que estimula la producción de melatonina. Por si no lo sabías, dicha hormona es la encargada de regular los ciclos de sueño y vigilia, indica la Clínica Universidad de Navarra.
Finalmente, cenar piña podría ayudar a controlar el peso. Y es que, como lo mencionamos anteriormente, su fibra ayuda a sentirnos satisfechos por más tiempo, lo que evita que comamos grandes porciones de comida antes de dormir.
Lo primordial en una cena es que sea ligera y no cargar demasiado al estómago para que pueda realizar la digestión sin dolor, inflamación y reflujo. Por lo que cenar piña en cubos o rodajas es una buena idea.
Pero si no es suficiente para ti, puedes combinarla con una cucharada de avena y leche vegetal para crear un delicioso licuado. Sólo procura no abusar de su ingesta, pues podría escaldar tu lengua, ocasionarte diarrea y náuseas.
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