La medicina ancestral de China nos ha traído descubrimientos valiosos en materia de alimentación, por ejemplo, el Ginkgo Biloba. Esta especia contiene poderosos flavonoides con cualidades antioxidantes que ayudan a la prevención de enfermedades degenerativas.
Aunque su consumo es popular en el oriente, hasta la fecha hay perdonas que desconocen todas las maravillas que tiene para nuestro cuerpo. Y es que diversas investigaciones respaldan sus propiedades curativas y hoy te contamos cuáles son.
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De acuerdo con Mayo Clinic, se cree que los componentes más beneficiosos del Ginkgo Biloba (o ginko) son los flavonoides y terpenoides. Estos le confieren propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y circulatorias.
Por una parte, los flavonoides reducen el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y preservan la función cerebral. Algunas investigaciones también sugieren que la ingesta contribuye al combate de la demencia y el Alzheimer.
Mientras que los terpenoides resultan beneficiosos sobre la función hepática y biliar. Al mismo tiempo, reducen la inflamación y el dolor ocasionado por la artritis, estimulan el sistema inmune y combaten infecciones bacterianas.
Por otra parte, el Ginkgo Biloba actúa dilatando los vasos sanguíneos para hacer que la sangre pase fácilmente a través de ellos y aumenta la cantidad que llega a los tejidos, señala la Universidad Clínica de Navarra.
En ese sentido, se emplea para el tratamiento de problemas ocasionados por una mala circulación, entre ellos, la hipertensión arterial, vasculitis, varices o la enfermedad de las arterias coronarias.
Respecto a su poder antioxidante, el Ginkgo Biloba combate los radicales libres que causan las arrugas y otros signos de envejecimiento. De igual manera, disminuye el estrés oxidativo mejorando nuestra salud en general.
El ginkgo suele venderse en forma de tableta oral, extracto, cápsula, gel o té. Desde Mayo Clinic se advierte que comer semillas de ginkgo crudas o tostadas podría ser peligroso porque contienen sustancias tóxicas.
Cuando se come por vía oral en cantidades moderadas, el ginkgo ha demostrado ser seguro. La mejor manera de consumirlo es mediante cápsulas o suplementos alimenticios, por lo que deben verse como un complemento para las comidas.
Finalmente, es importante mencionar sus contraindicaciones. Mayo Clinic no recomienda el consumo para personas epilépticas o propensas a sufrir convulsiones porque la ginkgotoxina puede empeorar los síntomas.
Un caso similar ocurre con pacientes que batallan con la diabetes. Y es que el extracto de las hojas podría desajustar los niveles de azúcar en la sangre y provocar una respuesta glucémica inestable.
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