Todos hemos escuchado que la mandarina nos hace bien cuando tenemos resfriado o queremos fortalecer el sistema inmune, ello por su contenido elevado de vitamina C. Sin embargo, esta pequeña fruta cuenta con propiedades curativas más amplias.
Es temporada de mandarina y no puedes desaprovechar para disfrutarla en postres, infusiones y hasta en atole. Así que en Menú te contamos qué beneficios puedes obtener al comerla.
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¿Cuáles son los beneficios de comer mandarina?
La mandarina es un cítrico cuyo nombre se inspira en el color de las togas usadas por los mandarines, antiguos gobernantes de China. De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, esta fruta se compone en un 85% de agua y aporta aproximadamente 35 calorías por cada 100 gramos, lo que la convierte en un alimento con pocas calorías.
Entre sus propiedades curativas, un artículo de la Fundación Española del Corazón y de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural destacan las siguientes:
- Incrementa la inmunidad. Su alto contenido elevado de vitamina C contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico, lo que ayuda en la prevención de enfermedades como el resfriado, escorbuto, alergias, etcétera.
- Antioxidante natural. Los flavonoides y el betacaroteno (presentes en la mandarina) protegen las células del estrés oxidativo, contribuyendo a la prevención del envejecimiento prematuro.
- Relajante. Las infusiones hechas con la flor del árbol del mandarino son grandes aliadas para tratar alteraciones nerviosas, ayudan a conciliar el sueño y disminuyen los niveles de estrés.
- Estimula el sistema linfático. Este sistema es el encargado de drenar los líquidos corporales y de incrementar las defensas del cuerpo. Al consumir mandarina podemos estimularlo para que desempeñe mejor sus funciones (reduce la hinchazón, alivia el dolor, mejora la apariencia de la piel y relaja los músculos).
- Controla el colesterol. Las mandarinas producen sinefrina, compuesto natural que frena la producción de colesterol en el cuerpo.
A su vez, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural menciona que comer mandarina nos protege de enfermedades cardíacas, combate el estreñimiento por sus niveles altos de fibra e impide la deshidratación del cuerpo.
¿Cómo aprovechar la mandarina?
La mandarina no sólo se disfruta a gajos. En la cocina, la cáscara se aprovecha para darle sabor a gelatinas, caramelos, panes y bebidas. De igual manera, se puede utilizar para elaborar aceites y sazonar carnes, ensaladas, pescados y mariscos.
Finalmente, el blog de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural destaca que el aceite de mandarina se añade a productos cosméticos con el objetivo de proteger la piel, disminuir las manchas solares y prevenir la aparición de arrugas.
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