Cuando nos dicen, trae el espumoso a la cena de navidad, lo primero que pensamos, es, por un lado: “uff que pesados, ya me cargaron la mano”, porque la mente se va directo al Champagne . Aunque siempre es una gran opción para las cenas más íntimas y maridajes complejos, también hay vinos espumosos de otras procedencias que no hay que descartar.
Primero que nada, hay que entender que el Champagne es una denominación de origen , lo que significa que únicamente puede ser nombrado así a todo espumoso elaborado con el método tradicional de uvas que provengan de esta región ubicada a 150 km al noreste de París. Las uvas con las que este se elabora son la Pinot Noir, la Chardonnay y la Pinot Meunier.
Como dato curioso, su creación se remonta hasta la edad media. Los monjes se ocupaban de la elaboración del vino. Quizás uno de los más celebres monjes ligados a la historia del Champagne haya sido Dom Perignon, quien contrariamente a lo que se cree no fue el inventor de este seductor vino sino que su aportación fue el seguro de alambre que impide que el corcho salga, permitiendo que la botella esté intacta hasta segundos antes de ser disfrutada.
Sin ser demasiado técnicos su elaboración debe ser el método llamado tradicional. Después de la fermentación alcohólica, cuando el azúcar de la fruta es transformado en alcohol, se lleva a cabo esta segunda fermentación donde toda la magia del champagne nace. Esta fermentación se lleva a cabo en botella, un proceso toma entre un año y medio hasta cinco años según la calidad y el estilo del Champagne. Cada casa o marca acuñará su estilo y creará su toque único que lo hace irrepetible y adictivo para quien se aficiona a él.
El Cava
sigue este mismo método de producción salvo que la zona en la que este se elabora es en España y más específicamente Cataluña, en la región del Penedés donde el clima es más cálido.
Las uvas con las que tradicionalmente es elaborado son la Viura o Macabeo, Xarel – lo y Parellada, aunque también se utiliza la Chardonnay. Son estas diferencias, tanto el clima como las uvas las que le brindan al Cava esta personalidad única. Gracias al clima de esta zona de España la producción de Cava es mayor a la de Champagne lo que influye notoriamente en su precio. Este puede ser un gran aliado para sorprender y gozar de la efervescencia de las burbujas sin exceder tu presupuesto.
Ahora bien, no todos los Vinos Espumosos son elaborados bajo las reglas del método tradicional, existen otras técnicas de producción tales como el método Charmat. La segunda fermentación en vez de llevarse a cabo en botella se hace en grandes tanques lo que permite bajar considerablemente los costos de elaboración y darle otro estilo a estas hermosas burbujas.
Algunos de los vinos que se elaboran de esta manera son el Prosecco procedente de las regiones de Véneto y Friuli-Venezia-Giulia, en el noroeste de Italia. Este espumoso es elaborado con una uva poco conocida en México: la Glera. Pero al momento de armar el pachangón navideño o simple y sencillamente servirse un Spritz esta es la bebida que más recomendamos.
La temperatura y descorche perfectos
Para disfrutar de estas bebidas, sin importar si es Champagne, Cava o Prosecco , es importante considerar a la hora de servirse, que la botella se coloque en una cubitera con hielo y un poco de agua, esperar 10 minutos para que alcance la temperatura y ¡listo!, a compartir se ha dicho.
Recuerda que mantener estas botellas en refrigeración es un grave error, ya que el gas de estos tiende a secar los corchos, inhibiendo la flexibilidad de los mismos y llegando a provocar un accidente al momento de abrir la botella; por esto, que el invento del alambre de seguridad ingeniado por Dom Perignon, fue un gran acierto, pues la velocidad a la que puede salir disparado un corcho es 4 veces más la presión de la llanta de un coche.
Para abrir los espumosos siempre aconsejo, detener la botella, y soltar poco a poco el corcho manteniendo el dedo gordo encima para hacer presión y detener un eventual escape intempestivo, si el corcho está bien apretado es indicio de que la botella estuvo conservada en muy buenas condiciones previo a la llegada a nuestra mesa. Al abrir la botella, sostener el corcho y hacer girar la botella, este poco a poco cederá.
Saca las flautas, las copas de vino blanco o estas hermosas copas cuya leyenda dicen que fueron moldeadas según el busto de la última Reina de Francia, Marie Antoinette.
Recuerda que las reglas se hicieron para romperse así que sea cual sea tu elección diviértete logrando tus propios maridajes.
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