Esta semana me volví a montar en un triciclo ... Cuadro cromado, manubrio recién pulido, pedales perfectamente aceitados y ruedas de Cabernet Sauvignon , Syrah y Malbec . ¡No!, querido lector, no le estoy jugando una broma.
El jueves pasado me encontré con Emiliano Pérez Salas, enófilo , cervecero y comelón, como suele referirse siempre a sí mismo , en una mesa del restaurante Sagardi de la Ciudad de México. ¿El propósito?, echarle mano a Triciclo , su último proyecto vínico . Emiliano es el creador de la cerveza artesanal Cascarrabias y también el director de Casa Rojo en México, de cuyas etiquetas ya le he contado en este espacio.
Ensamblado en los depósitos de Bodega Los Cedros, en la Sierra de Arteaga, en Coahuila , Triciclo nació a partir de una idea: desarrollar un vino multivarietal capaz de mostrar el potencial de las diferentes regiones vitivinícolas de México, más allá de Baja California por supuesto. Ojo, no hablo de un “vino maquilado”, término utilizado por lustrosos críticos para denominar fermentados de igual procedencia, sino de un concepto con fondo, ejecutado por una bodega consolidada, con fruta propia reservada para dicho propósito. Es distinto, ¿a poco no?
Me explicaba Emiliano que la base de Triciclo es la Cabernet Sauvignon , cepa que actúa como llanta delantera, guiando la expresión aromática, gustativa y táctil del ensamble. Dominantes frutos rojos, con una agradable herbacidad de fondo . Detrás, en idéntica proporción, ruedan la Syrah y la Malbec, con sus particulares tonos de frutos negros, ahumados y especiados. Toda la fruta crece en altitudes superiores a los 2,100 metros sobre el nivel del mar, rodeada de bosques de pino, con buena influencia solar y un amplio diferencial térmico. Después de vinificarse por separado, el 35 por ciento del fermentado envejece en barricas de roble francés, de segundo y tercer uso, por 16 meses. En palabras de su artífice, se trata de “un vino plagado de fruta, vibrante, con muchísima intensidad y carácter, pero sin la influencia excesiva de la madera”.
¿Sensorialmente? Definitivamente uno puede hallar tonos de hierba verde, matices mentolados y florales que se funden con la fruta , y un fondo ahumado que, a mí juicio, debería explotarse como la característica definitiva de la Syrah mexicana. En boca, hablamos de un tinto estructurado, corpulento, cálido , pero dotado de una particular y refrescante astringencia. Claramente, un buen aliado para carnes grasas , estofados, barbacoa de borrego y uno que otro guiso especiado de la cocina tradicional.
Me contaba Emiliano que el proyecto ya contempla la realización de un blanco tranquilo, que surgirá definitivamente del Estado de Querétaro , además de un rosado que apunta hacia Aguascalientes como posible región de procedencia. Habrá que probarlos.
$499
Liverpool
TRICICLO VINTAGE
Cabernet Sauvignon, Syrah y Malbec
Zona de producción: Sierra de Arteaga, Coahuila
Vista: morado profundo, con capa alta
Nariz: intensos aromas de frutos negros, con un fondo de mentol, tonos ahumados y especias cálidas muy agradables
Boca: potente, explosivamente frutal, con acidez refrescante y buen equilibrio alcohólico. Largo final de frutos negros y especias