“En cuanto a la uva californiana, el secreto es muy simple,” nos confía Randy Ullom , enólogo experto que visitó la ciudad de México en días pasados. “Un viñedo que tenga una buena vista panorámica, dará por consiguiente un vino delicioso.” Con esta máxima, el enólogo explica que la orografía de la zona vinícola de California es muy diversa, sobre todo cuando se producen vinos con suelos frente al mar o a cientos de metros del nivel del mar. Randy Ullom es el jefe enólogo de la vinícola Kendall-Jackson, quien después de descubrir su pasión por el vino en la región de viñedos de Chile, se ha dedicado a los caldos californianos desde 1981.

Una pequeña clase de geografía

El estado de California cuenta con siete regiones vinícolas. Las más importantes son las de la costa norte, donde están zonas tan célebres como Napa, Sonoma y Mendocino; y las de la costa del centro, donde están Monterey, Arroyo Seco y el valle de Santa María. Cada región varía en detalles tan importantes como la altitud, la cercanía al mar y la riqueza de los suelos.

Randy explica: “las montañas escarpadas que se alinean a lo largo de la costa ayudan a atrapar la niebla costera en el valle y dan a las uvas una temporada de crecimiento más larga, lo que permite tengan una mayor acidez natural y sobre todo, más sabor.”

Randy ha descifrado muy bien qué terrenos sirven para cada variedad de uva. Con un gran conocimiento de la costa de California, nos da sus recomendaciones para elegir el vino que sorprenderá más a nuestro paladar. Por ejemplo, para la Syrah, Ullom afirma que puede crecer muy cerca de la playa, incluso en tierra arenosa. Sin embargo, debe recibir muchos cuidados. El vino marida bien con carnes saladas. Luego, la Pinot Noir es una uva que crece mejor en terrenos inclinados y el resultado será un vino robusto, perfecto para carnes. Finalmente, a la Cabernet Sauvignon le gustan las partes altas y su vino recuerda a las bayas y al chocolate.

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