La lactancia es una de las etapas más importantes dentro de la vida de un ser humano. Los bebés dependen de este alimento para vivir, así como para desarrollarse de manera óptima durante los primeros meses de vida.
Pero la lactancia materna no es apta para todos los recién nacidos, debido a distintas cuestiones es posible que se necesite una alimentación alterna o el uso de un producto que complemente a la leche materna.
La fórmula infantil está diseñada por expertos en nutrición para funcionar como sustituto artificial de la leche materna. Este alimento se realiza tomando en cuenta las distintas necesidades de un bebé a lo largo de su infancia, es por ello, que la mayoría de las marcas comerciales tienen distintas opciones según el rango de edad, el peso y otras características importantes a tomar en cuenta.
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Ya sea por alergias, intolerancias o necesidades especiales, la oferta de fórmulas infantiles es cada vez más amplia. Existen aquellas fórmulas elaboradas con proteína de leche de vaca, de cabra, de soya y de arroz, por mencionar algunas. Todas están adicionadas con otros ingredientes, a fin de crear un alimento lo más parecido a la leche materna.
Las fórmulas infantiles son diseñadas por grupos de especialistas, entre ellos, médicos, nutricionistas, químicos y demás expertos, ya que es de vital importancia proveer a los bebés de los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo.
Ya sea de manera natural o adicionada, las fórmulas deben tener el correcto contenido de proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales, además de las porciones correctas en cada ingesta según las necesidades particulares de cada bebé.
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De acuerdo con los expertos, es muy importante no recurrir a preparaciones caseras de fórmulas o sustitutos alimenticios, principalmente durante los primeros 4 meses de vida del infante. Esto podría tener graves efectos en la salud de un bebé , pues se corre el riesgo de provocar una serie de deficiencias muy importantes.
Uno de los grandes beneficios de la fórmula infantil es que puede ser un alimento que sustituya la leche materna cuando esta no es viable o cuando el organismo del bebé la rechaza, además de ser complementaria en la baja producción de la misma. Esto implica una oportunidad de vida, ya que hace algunos años, dicha situación podía representar una muerte infantil.
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Otra de las grandes ventajas, es la de nutrir a los bebés específicamente con lo que necesitan en cada etapa. Tener opciones sin lactosa, a base de granos o semillas, que proporcionen los nutrientes necesarios, ayudan a los pequeños con sensibilidades alimenticias a tener una nutrición saludable.
Aunque los ingredientes dependen de cada fórmula , la mayoría incluyen fibra, lo que ayuda al sistema digestivo, así como prebióticos y probióticos para comenzar a poblar la microbiota intestinal. La adición de ácidos grasos como Omega3 y Omega6, que contribuyen al desarrollo cognitivo y el reforzamiento del sistema inmune.
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Las principales vitaminas que contienen las fórmulas infantiles son A, B, C, D y K, que son importantes no solo durante la infancia, sino a lo largo de la vida. Sus beneficios incluyen la formación de glóbulos, mantener la vista en buen estado, así como los huesos y músculos, la correcta coagulación de la sangre, reforzar el sistema inmune y efectos antioxidantes.
Minerales como el sodio, hierro, potasio, fósforo y otros, se incluyen para asegurar el funcionamiento de los órganos, el desarrollo y fortalecimiento de los huesos y para proteger el sistema respiratorio y digestivo de los bebés .
Es importante elegir la fórmula correcta para tu bebé con ayuda de un pediatra, para asegurar que esté recibiendo la alimentación y los nutrientes que necesita para crecer fuerte y sano.
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