En la gran embarcación, también conocida como el Galeón de Manila, arribaron cocos que al no ser usados como fuente de agua se secaron y de ellos brotaron plantas de coco, que se preservaron por la gente con la esperanza de que prosperaran en suelo novohispano.
Se dice que el primer lugar en donde se tuvo una palma de coco fue en el ahora estado de Colima, donde gracias a los esclavos filipinos traídos por los españoles para la producción de caña de azúcar y arroz, se puedo aprender sobre el uso y aprovechamiento de la planta y sus múltiples derivados.
El nombre “tuba” , también de origen filipino, hace referencia a la savia de la palma de coco.
La tuba es una bebida fermentada que se elabora a partir del néctar o savia de las inflorescencias de la palma de coco, a ésta no se añaden levaduras externas por lo que se considera una fermentación natural, debido a que su elaboración es artesanal en la mayor parte de las regiones donde se produce.
Para acceder al néctar del cocotero (cocos nucifera), se debe realizar un corte en la base de las inflorescencias donde se desarrollarían los frutos, con el pequeño corte es posible doblar los llamados vástagos y colocarlos de forma horizontal.
Posteriormente en la punta de la inflorescencia se realiza otro corte por el cual goteará la savia hacia un recipiente que se amarra para recolectar dicho líquido. Esto se realiza dos veces al día durante aproximadamente 10 a 15 días, que es el periodo en que la palma produce el preciado néctar.
La tuba que se recoge por las mañanas se denomina tuba dulce , es de aspecto viscoso, color transparente y sabor muy dulce, de ahí que también se le conozca como aguamiel, su vida útil con esas características es de alrededor de cinco horas pues pronto comienza el proceso de fermentación natural.
Por otro lado, la tuba que se obtiene por la tarde es de consistencia más ligera y sabor menos dulce, estas características se ven determinadas principalmente por el tiempo que pasa expuesta al calor del día.
Los encargados de la ardua labor de extraer este elixir son llamados tuberos, quienes de forma cotidiana suben hasta las copas de las palmas y bajan con ayuda de una cuerda o los más modernos, con una escalera.
Pero el proceso de la tuba no termina cuando se recolecta, los tuberos hierven la bebida para cortar la fermentación y le agregan distintos ingredientes como manzana, cacahuate, nuez o pulpa de algunas otras frutas.
La producción y venta de la tuba es una actividad típica de varias regiones de la zona costera del Pacífico, principalmente de los estados de Colima y Guerrero, así como Jalisco, Michoacán y Oaxaca.
Esta bebida es parte importante de la cultura y tradición mexicana y esto fue posible gracias a la herencia filipina.
Leer más: Los maravillosos nutrientes que tiene el nopal