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La historia de La Casa de la Langosta y su peculiar forma de servir este manjar comienza en las playas de Ensenada.
Como muchos en la región costera de Baja California, José Plascencia se dedicaba a la pesca. En algunas ocasiones, llevaba con él a turistas que buscaban vivir la experiencia de pescar en aguas abiertas.
La vida de mar no es nada fácil, levantarse temprano, navegar, lanzar las trampas, redes o anzuelos, esperar, pescar, cargar objetos y todo tipo de actividades que se realizan bajo el incesante oleaje marino, son motivo suficiente para regresar a tierra firme con hambre voraz.
Foto: Cortesía La Casa de la Langosta
Así le sucedió a los visitantes que José guiaba en el año de 1956, quienes le rogaron que los alimentara con la pesca del viaje. Ante la premura, su esposa, Susana Díaz preparó la langosta y la ofreció con dos alimentos que no podían faltar en su hogar, arroz rojo y frijoles, lo que dio inicio a una tradición que más tarde se convertiría en el platillo emblema de Puerto Nuevo.
Ahora, la langosta estilo Puerto Nuevo se sirve dentro del icónico restaurante fundado en 1985, con la misma receta de arroz rojo, frijoles con manteca, tortillas de harina llamadas sobaqueras y mantequilla.
Para Alan Bautista, socio y tercera generación de este negocio familiar, no hay nada más importante que mantenerse en el gusto de la gente sin faltar a la tradición sobre la que se puso en pie La casa de la Langosta . A través de la adaptación, fue posible sobrellevar la crisis causada por la pandemia por Covid-19 y los retos que esto supuso.
Foto: Cortesía La Casa de la Langosta
Los envíos a domicilio fueron un salvador para la empresa, un recurso nunca antes utilizado debido a la compleja logística que implica que los alimentos lleguen en buen estado y con la calidad de siempre. Otro de los pasos hacia el crecimiento fue la apertura de una sucursal, con un menú más reducido y bajo un concepto más informal, nació su versión llamada Bistro en Tijuana.
Baja California no solo tiene excelentes productos del mar, su clima, tierra y ubicación privilegiadas, permite el desarrollo de otras industrias, por ello, Alan considera que el mejor maridaje para los tacos de langosta que sirven es el vino de la región, en especial aquellos de cepa Chardonnay.
Foto: Cortesía La Casa de la Langosta
Para enfrentarse a una cola de langosta, sugiere colocar la carne al centro de una tortilla de harina, añadir abundantes cantidades de arroz, frijoles, limón y las salsas de la casa, cerrarla a manera de burrito y sumergir en la mantequilla a cada mordida.
El pasado 30 de septiembre, la CANIRAC otorgó el reconocimiento “A la cocina mexicana” al restaurante en la 30ª edición del “Premio al Mérito Empresarial Restaurantero”.
Foto: Cortesía La Casa de la Langosta
La validación del trabajo de más de tres generaciones dentro de un establecimiento que se ha vuelto ícono de la cocina de Baja California es solo un logro más que se une al gozo de ser parte de la cultura gastronómica local.
Entre los mejores recuerdos de Alan Bautista está el despertar por las madrugadas, cuando la pesca del día llegaba y era cocinada por todos los integrantes de su familia, llenando cada rincón de su casa de deliciosos aromas . Nada se compara a la sensación de probar de la mano de su padre, una tenaza de langosta recién preparada antes de volver a la cama.
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