Los postres son una parte importante de la gastronomía mexicana. A lo largo de la historia, han sido acentos de dulzura y creatividad que complementan las comidas diarias o aquellas ocasiones especiales.

Las jericallas son uno de los bocados dulces que se han convertido en tradición en algunas zonas del país. Al igual que muchas otras recetas, su origen es incierto; sin embargo, una de las versiones más populares se remonta al siglo XIX.

La creación de este postre que combina ingredientes de manera armónica se atribuye a un grupo de monjas, que lo cocinaron por primera vez en el estado de .

Conoce el origen de la jericalla tapatía y cómo prepararla
Conoce el origen de la jericalla tapatía y cómo prepararla

Foto: especial 

Las jericallas se preparaban para los niños del Hospicio Cabañas, ubicado en el antiguo barrio de San Juan de Dios en el centro de Guadalajara. Se dice que el nombre se le otorgó debido a que una de las monjas era originaria del pueblo de Jérica, en la provincia de Castellón, España.

La monja tomó los ingredientes, huevo, azúcar, leche, canela y vainilla, los mezcló y metió al horno. Debido al demandante trabajo que era cuidar a los niños del hospicio, olvidó el postre dentro del horno y este se quemó de la parte superior.

Esta característica se mantiene hasta la fecha como diferenciador de la , que aunque es similar a un flan, su cocción y el sabor ligeramente amargo de la superficie dorada, lo convierten en un favorito de miles de mexicanos y es el final perfecto para una gran comida.

Jericallas

Conoce el origen de la jericalla tapatía y cómo prepararla
Conoce el origen de la jericalla tapatía y cómo prepararla

Foto: @healthysweet.br


Ingredientes

12 porciones

1 litro de leche entera

1 lata de leche condensada

100 gr. de azúcar

6 huevos

1 pizca de bicarbonato

1 cda. de vainilla

1 rama de canela

Procedimiento

En una olla, mezclar la leche, la leche condensada, azúcar y bicarbonato. Añadir la vainilla y la rama de canela y hervir a fuego medio-bajo.

Calentar agua en otra olla para el baño María.

En un tazón batir los huevos, sólo a que se incorporen.

Cuando la leche haya hervido, con un cucharón y moviendo constantemente con batidor de globo, agregar un poco de leche a los huevos. Agregar otro cucharón y seguir batiendo. Regresar la mezcla de huevos a la olla de la leche y batir hasta integrar.

Colar la mezcla y verter en moldes individuales aptos para horno a ¾ de su capacidad.

En una charola o molde hondo disponer las flaneras y llenar con el agua caliente hasta la mitad de los moldes.

Hornear a 190°C por 1 hora.

Al tocar con el dedo se debe sentir firme. Subir la temperatura del horno a 220° por 5 a 10 minutos para dorar la superficie.

Apagar el horno y dejar enfriar por completo. Una vez frías, refrigerar por un mínimo

unas 6 horas.

Recibe todos los viernes , nuestro newsletter con lo último en gastronomía, viajes, tecnología, autos, moda y belleza. Suscríbete aquí:

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses