La mayoría de las personas ha tomado una cerveza en lata, directo de la botella o incluso en un vaso de plástico, unicel o cartón y no por ello es menos disfrutable, pero imagina tener todas esas características que ya te gustan, potenciadas gracias a un simple elemento, el recipiente en el que la bebes.
Esta bebida apreciada a nivel mundial ha generado fanáticos que se han especializado en la búsqueda de las condiciones ideales para resaltar sus aromas, texturas, colores y sabores, por ello te compartimos algunos de los vasos recomendados para cada estilo de cerveza.
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Como su nombre lo indica, este vaso semi recto de base más angosta que su extremo superior sirve para albergar cervezas ligeras tales como la pilsner, ya que permite apreciar los colores de la bebida, así como la corona de espuma que mantiene los aromas. Su capacidad puede variar pero suele contener un poco menos de 500 mililitros.
El Weizen tiene una base gruesa que sube con una curvatura pronunciada que sube hacia el borde pronunciado del vaso, dicho borde está diseñado para ayudar a romper la espuma de los estilos elaborados con trigo y así estimular la salida de aromas, cuerpo y pronunciado sabor característico.
Ideales para cervezas robustas y maltosas como las belgas y alemanas, esta pieza de cristalería semejante a una copa de vino proporciona una boca ancha en la que pueden explorarse con mayor facilidad las características ogranolépticas de cada estilo, los aromas viajan de manera directa a la nariz mejorando la experiencia.
Las paredes del cáliz y el tallo son de mayor grosor que una copa normal, al tomarla por el fuste o el pie se evita transferir el calor corporal a la cerveza, por lo que permanece por más tiempo en su temperatura idónea.
Mejor conocida por su uso para servir brandy o coñac, esta copa de tallo corto y cáliz ancho y pronunciado, es recomendable para degustar estilos de lúpulos pronunciados como las Indian Pale Ale y sus variaciones. Se sugiere hacer rotar la cerveza suavemente dentro de la copa para que los componentes volátiles se dispersen y puedan percibirse en cada trago.
Sin duda uno de los vasos más comunes para servir cerveza alrededor del mundo, su forma es cilíndrica, ligeramente más ancha en la parte superior y que se reduce conforme desciende, puede contener 473 ml. en su versión americana y hasta 590 ml en la pinta inglesa, y sirve como recipiente estándar para cualquier estilo ya que sus paredes retienen el frío sin ser complicada de usar o conseguir.
El tarro podría ser considerado el favorito de los bebedores asiduos a la cerveza, con base y paredes gruesas que mantienen el líquido en la temperatura ideal, es accesible mediante el asa, la cual evita también que se caliente el contenido. El diseño recto cilíndrico ofrece una superficie que retiene la corona de espuma y evita que la cerveza se oxide rápidamente.
Es un elemento insignia de la cerveza en Alemania, un tarro elaborado con cerámica por su propiedad de retención del frío, comúnmente decorado artesanalmente con diseños de paisajes o elementos culturales. Posee también una especie de palanca que al ser accionada con el dedo pulgar, levanta la tapa del tarro. Se recomienda para cervezas Munich, Bock o Viena, aunque su uso y apreciación reside principalmente en su belleza ornamental.
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