Una probada a estos insectos comestibles mexicanos bastará para agarrarles el gusto, no te pierdas su sabor inigualable.
Chicatanas:
es conocida como “hormiga sanjuanera” porque sale con las primeras lluvias, el 24 de junio, que es el Día de San Juan, aunque también esto puede pasar a finales de mayo y hasta junio. Solo se ven una o dos veces al año en las zonas serranas.
Cocopaches:
es la chinche del mezquite, también conocida como xahues o xamues. Se encuentra del 15 de abril a finales de mayo.
Chinicuiles:
esta larva habita en la piña del maguey (no en todas hay), también se conoce como chilocuil. Su temporada es del 15 julio al 30 de octubre, aproximadamente.
Escamoles:
son las larvas de la hormiga escamolera, como se le llama de forma coloquial. Su temporada comienza a finales de enero, pero de manera óptima en marzo, abril y los primeros días de mayo.
Gusanos de maguey:
son otro tipo de larvas magueyeras que habitan en las pencas de algunos como el salmiana y es una suerte que aparezcan. Su temporada es de mayo a agosto. Si no llueve antes de esto, no se reproduce con más tamaño.
Chapulines:
son ortópteros que habitan en matorrales y milpas. El más pequeño se encuentra la primera semana de julio; el mediano, de inicios de agosto al 10 de septiembre; y el grande, de octubre, a diciembre y parte de enero.
Caracol:
no es un insecto, pero también es una especie comestible que se encuentra en época de aguas en el centro del país y vive cerca de nopaleras y debajo de las piedras. Lo extraen del 15 de junio al 20 julio, máximo.
Fuente: Isidro Cruz, productor, y “Xopamiyolcamolli, gastronomía de bichos con muchas patas” de Germán López Riquelme.