También llamada acuyo y momo. La venden en el mercado en la zona de las hierbas y remedios. Lo usual es que te den un manojo de hojas enrolladas. Sécalas y guárdalas en un frasco de vidrio en la alacena de las especias. Lo que hará en tu caldo de pollo es aromatizar y darle un toque ligeramente anisado. Ya verás como recomforta el estómago y da sensación de saciedad y buena digestión.
Agrega la hoja santa deshidratada al momento de preparar el caldo de pollo o bien, al final ya que estés listo para comer un tazón de caldo. Solo tienes que frotar un pedazo de la hoja con tus manos y espolvorear sobre el caldo.
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La puedes encontrar en el mercado suelta y seca. Es una hoja con aroma y sabor anisado, ligero dulzor y un recuerdo a nuez (o al menos eso dicen los expertos). Esto dará una gran personalidad al caldito de pollo. Acompáñalo de arroz blanco y una pieza de pollo.
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Es fácil de encontrar en el supermercado, de hecho puedes tener tu propia mata de cilantro en casa ya sea en el jardín o en la ventana de tu cocina. Esta hierba se aconseja fresca. Se pica al momento de servir el caldito para que se aprecie más sus notas a hierba fresca. Si vas al mercado, pregunta por el cilantro criollo, tiene mucha potencia.
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