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El aceite de cocina es un producto con muchas aplicaciones en la gastronomía, ya que nos sirve para dorar y freír alimentos. Sin embargo, muchas personas suelen desecharlo una vez que terminan de usarlo.
Por otra parte, hay quienes buscan reutilizar este aceite sin saber que podrían dañar su salud. De acuerdo con el portal Olium Recicla, sólo podemos cocinar con él de 2 a 3 veces, pues con cada uso va aumentando su estado de oxidación y la presencia de radicales libres.
Al exponerlo a las altas temperaturas, el aceite vegetal se “quema” y produce grasas trans, las cuales son responsables de enfermedades hepáticas, cardíacas y el colesterol elevado. Por eso, en Menú te decimos cómo reciclarlo sin que te haga daño.
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¿Cómo se recicla el aceite de cocina?
Reutilizar el aceite es una práctica muy común en los hogares, ya sea por fines económicos o para “ahorrar producto”. Sin embargo, diversas organizaciones de salud y ambientales han hecho énfasis en los peligros que conlleva.
Un artículo de la Fundación Aquae explica que 1 litro de aceite de cocina contamina alrededor de 40,000 litros de agua, de ahí la importancia de no tirarlo en el drenaje ni en el fregadero.
Hay otras acciones que puedes realizar para disminuir los daños del aceite de cocina usado (ACU). Por ejemplo, algunas personas lo aprovechan para fabricar velas y jabones, aunque en ambos casos se debe pasar por un proceso de filtrado.
Otra opción consiste en utilizar este producto como engrasante de bisagras y abrillantador de muebles de madera. Sin duda, es un buen hack de limpieza para el hogar y su nivel de efectividad es alto.
Y dependiendo de los alimentos con los que lo hayas utilizado, el aceite de cocina vegetal podría aprovecharse para elaborar exfoliantes corporales. Eso sí, deberás vigilar que no se encuentre tan contaminado.
¿Cómo limpiar el aceite de cocina?
Si te interesa reciclar el aceite de cocina con cualquiera de las anteriores prácticas (no para freír y dorar alimentos), entonces debes aprender a filtrarlo en casa. Te compartimos un proceso sencillo:
Materiales:
- Aceite de cocina usado.
- Olla.
- Papel absorbente.
- Colador de plástico.
Procedimiento:
En una olla, coloca el papel absorbente (o servitoalla) y encima acomoda el colador. Después, vierte el aceite de cocina que te interesa limpiar y deja que se escurra poco a poco.
Observarás que sobre el papel se van quedando atrapadas las partículas y residuos de los alimentos que cocinaste. Es posible que también notes un cambio de color en el aceite, aunque no regresará a su tono natural. ¡Listo!
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