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La arúgula es una hortaliza mediterránea conocida y utilizada por sus beneficios en la salud, así como su textura y sabor. Aunque la también llamada “rúgula” sea muy usada en ensaladas hay otras maneras de incluirla en tu cocina. Entérate de cuáles en Menú.
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Beneficios de la arúgula
Primero, hay que hablar de su composición nutimental. La arúgula es rica en ácido fólico, vitaminas y minerales. Así como muy baja en calorías. Pero una de sus mejores cualidades es ser una fuente generosa de antioxidantes.
Estos previenen la oxidación de las células generadas por los radicales libres, los cuales provocan el envejecimiento prematuro y algunas enfermedades crónicas y degenerativas; incluso se relacionan con la aparición de algunos tipos de cancer.
Además, al ser rica en vitamina K, la arúgula es ideal para personas que padecen problemas de coagulación sanguínea, especialmente para prevenir desangrados. Por si fuera poco, también contribuye a una buena salud neuronal y ósea.
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¿Cómo incluir la arúgula en tu dieta?
La arúgula es comúnmente utilizada en dietas que buscan la pérdida de peso. Esto se debe a que es sumamente baja en calorías y contiene, al mismo tiempo, propiedades nutrimentales ideales para nuestro organismo. La mejor manera de incluirla es a través de ensaladas donde su hoja principal sea esta, sin embargo no es la única.
Puedes utilizar la arúgula en distintas recetas. Una de ellas es ser la cama para sándwiches con mucha proteína, sustituyendo a la lechuga. Incluso, puedes mezclar la arúgula con un poco de papa cocida, pimienta y comerla como una ensalada fría.
Otra manera, si eres fan de la comida italiana es utilizarla para hacer un pesto de arúgula. Se consigue mezclando un par de dientes de ajo, ½ taza de aceite de oliva, un puñito de nueces o piñones, ¼ de taza de queso parmesano, una pizca de sal y alrededor de 30 gramos de arúgula (que sustituye a la albahaca).
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En este mismo sentido, hay personas que sustituyen la albahaca por arúgula en pizzas margherita. Consiguiendo un sabor más fresco y crujiente con su uso. Equilibrando el amargor de la planta con el dulzor de la salsa de tomate.
En las sopas, es un buen sustituto de la espinaca. Puedes cortar la arúgula en cuadritos finos y añadirla en tu sopa de verduras al final de la cocción para tener un mejor sabor y textura.
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Estas son algunas maneras de integrar la arúgula en la cocina. No tengas miedo de sustituir o cambiar ingredientes, lo importante es tener cuidado de las porciones y considerar con un especialista de la salud si el consumo de uno u otro ingrediente no es contraproducente para tu bienestar.
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