De acuerdo con el pequeño Larousse Gastronomique en español, la sal es una sustancia cristalizada e inodora, de sabor punzante, empleada como condimento y como agente de conservación, la cual resulta indispensable para el organismo, ya que contribuye a mantener la presión osmótica de las células.
Conviene decir que hay distintos tipos de sal y hablando específicamente de la sal marina , es importante destacar su carácter natural, ya que el proceso que se emplea para obtenerla básicamente se centra en la evaporación del agua de mar , misma que al condensarse termina dejando un residuo seco que es lo que conocemos como sal de mar .
Hacer sal marina desde la comodidad de tu hogar no es proceso complicado en lo absoluto, de hecho solo necesitas un poco de agua de mar y mucha paciencia, ya que aunque el procedimiento no es difícil sí es un poco tardado y los resultados en sabor variarán de acuerdo con la cantidad de sal que posea el mar de donde obtuviste el agua empleada para generar el condimento perfecto para tus platillos.
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¿Y cómo es que puedo hacerla en casa? Según un artículo titulado “Un grano de sal : aportaciones etnoarqueológicas al estudio histórico de una industria ancestral”, el agua marina que es rica en sal solo necesita ser hervida durante varias horas para obtener sal cristalizada. Por ello aquí en Menú te traemos un pequeño manual para realizar tu propia sal de mar casera .
- 1 cacerola
- 1 cuchara o pala de madera
- Agua de mar
- 1 trozo de tela que permita la filtración del agua como estopa o estopilla
Lo primero que tienes que hacer es colar tu agua de mar con ayuda de la tela delgada, puedes repetir el proceso las veces que consideres necesarias para eliminar impurezas, pero ya que posteriormente hervirás el agua restante, puedes estar tranquilo respecto a los gérmenes.
Ya que comiences a hervir tu agua debes remover por al menos 10 minutos y dejar que el agua continúe hirviendo hasta que se evapore, el tiempo en que esto ocurra variará en función de la cantidad de agua que hayas puesto a hervir, aunque para obtener una buena cantidad de sal te recomendamos utilizar al menos 3 litros y medio de agua de mar .
Revisa periódicamente cómo va la ebullición del agua y cuando comiences a ver cristales en el fondo de la cacerola será momento de no despegarte de la lumbre y comenzar a remover para evitar que la sal se pegue en la cacerola.
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Una vez que veas muy poca agua tienes dos opciones esperar a que se termine de evaporar en fuego bajo o colocarla en un recipiente que dejes al aire libre para terminar el proceso de secado de la sal . Después de esto tu sal estará lista para condimentar tu menú diario.