La oxidación casi siempre ocurre cuando los alimentos crudos y recién cortados se exponen al aire.
Los champiñones, aguacate, lechuga y manzana son alimentos que típicamente se oxidan en cuestión de minutos.
Como resultado de la combinación entre el oxígeno contenido en el aire combinado y los compuestos químicos de la fruta, podemos observar cómo ésta se oscurece.
Existen algunos trucos para evitar que las frutas y verduras pierdan su apariencia fresca y apetecible. Te decimos cómo evitar que se oxiden los alimentos.
Manzana:
Introduce las manzanas ya cortadas en un recipiente con agua y hojas de perejil o gotas de limón. Verás que con esa capita que permanece por encima de la manzana, esta fruta podrá mantenerse hasta dos horas sin oxidarse.
¿Cómo funciona?
El limón en un alimento rico en Vitamina C, esto quiere decir que es un alimento antioxidante que evitará que tus manzanas cambien de color.
Papa:
Sumerge tus papas en un recipiente con agua fría, agrega una cucharada de sal por cada litro de agua y déjalas reposar por 3 a 5 minutos.
¿Cómo funciona?
Las papas quedarán cubiertas por una delgada capa de agua y sal que evitará el contacto directo de la carne de la papa con el oxígeno del aire, deteniendo su oxidación.
Champiñones:
Procura comprar los champiñones o setas más frescos, elige aquellos que estén tersos y sin manchas. Corta la parte con tierra del tallo, y finalmente mételos en una bolsa de papel.
¿Cómo funciona?
la bolsa de papel absorbe la humedad y así evita que se oxiden
Aguacate:
Corta una cuarta parte de una cebolla morada y colócala en el fondo de un recipiente hermético. Encima de la cebolla acomoda el aguacate (siempre con el hueso hacia arriba), sella el recipiente y colócalo en el refrigerador.
¿Cómo funciona?
Los vapores que emite la cebolla, hacen que el aguacate se conserve en perfectas condiciones. Como la piel del aguacate es la que se mantiene en contacto con la cebolla, su sabor no corre peligro y como plus podrás utilizar las cebollas para más tarde.