Con el calor de la primavera a todo lo que da, se antojan los pescados y mariscos, algo fresco que nos recuerde al mar y esas temporadas vacacionales que tanto se disfrutan.
Este es el tiempo perfecto para comer productos del mar, pues muchos de ellos están en su mejor temporada. Si eres de los que prefiere quedarse en platillos con pescados, camarones y pulpo, te invitamos a que esta cuaresma disfrutes de los ostiones.
Los pescados y mariscos pueden ser riesgosos si no se manejan con el cuidado adecuado, pues son muy sensibles a los cambios de temperatura y pueden desarrollar microorganismos dañinos para la salud.
Para que te animes a comer ostiones durante esta primavera, en Menú te compartimos algunas recomendaciones para que elijas los mejores.
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Los ostiones son moluscos bivalvos comestibles. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en México el ostión se cultiva en los estados de Sinaloa, Veracruz, Baja California Sur, Nayarit y Tabasco principalmente. Los cinco tipos de ostiones que se cultivan en nuestro país son: Ostión japonés (Crassostrea gigas), Ostión americano (Crassostrea virginica, Ostión de roca (Crassostrea iridescens, Ostión de mangle (Crassostrea rhizophorae) y Ostión de placer (Crassostrea corteziensis).
Los ostiones se distinguen por tener una concha de forma irregular y asimétrica. En el exterior es áspera y de color oscuro, mientras que, en su interior que es lisa y de color blanquecino.
Al elegir ostiones es importante revisar que la concha esté intacta, es decir, que no presente roturas, grietas o astilladuras, pues esto puede significar que bacterias y microorganismos no deseados entraron y podrían comprometer la carne en el interior.
Si vives cerca de zonas de cultivo de ostión, lo mejor es comprar estas conchas directamente a pescadores o en mercados cercanos a las costas. Si no tienes esa suerte, existen proveedores que distribuyen estos productos a todo el país. Asegúrate de comprar en lugares confiables, limpios y donde los mariscos estén siempre en refrigeración o con suficiente hielo.
Para asegurarte de que los ostiones que compres han pasado por un buen almacenamiento durante el trayecto hasta tus manos, presta atención a que las conchas estén completamente cerradas. Esto significa que el ostión sigue vivo.
Confía en tu nariz. El aroma de los ostiones debe recordarte al mar, además de un ligero dulzor. Si notas un olor a pescado o cualquier otro olor extraño, descarta esos mariscos.
Por dentro, la carne de los ostiones debe ser densa y de color blanco sólido. Si la carne se ve demasiado suave o traslúcida, es probable que no sea fresca.
Cuando el ostión está en buen estado, al abrir la concha debe encontrarse llena de “licor”, como se le llama al líquido que el molusco mantiene en su interior. Si la ostra está seca, significa que lleva un largo periodo fuera del agua y puede estar en descomposición.
Esta Cuaresma sigue nuestras recomendaciones y disfruta de este producto del mar en tu mesa.
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