El refrigerador es un gran aliado cuando se trata de mantener la comida en buen estado por más tiempo, sin embargo, también puede convertirse es una especie de dimensión desconocida en la que nuestros refractarios y contenedores entran para desaparecer por una larga temporada.
Si eres de los que cocina o pide comida a domicilio y guarda la comida restante en un tóper que entra al refri para ser olvidado, seguramente te ha pasado que encuentras esa salsa con islas flotantes de moho azul y verdoso, o esa pieza de pollo llena de una especie de pelitos blancos.
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La descomposición de la comida es un proceso natural, esta puede contaminarse con todo tipo de microorganismo que incluso viven en el aire. Muchos de estos no son un riesgo para la salud en pocas cantidades, pero pueden reproducirse y crear cargas suficientes para afectar al organismo.
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Es importante tener en cuenta que existen hongos y bacterias imperceptibles a simple vista, por lo que cuando pueden verse, por ejemplo, esa mancha blanca o azul en el pan, es porque la colonia creció. Para deshacerse de ellos, no es suficiente cortar una parte del alimento, pues a nivel microscópico, el resto puede estar contaminado , por lo que lo mejor es desechar el producto.
Si dejaste cualquier tipo de de comida olvidada en el refrigerador y los hongos se reprodujeron, debes tirar el alimento, la recomendación es que uses guantes y lo pongas dentro de una bolsa de plástico, para evitar que se liberen esporas que puedan contaminar otros productos o causarte alergias.
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¡No lo tires! Aunque sabemos que puede ser desagradable ver tu contenedor con hongos , no es necesario deshacerte de él, solo tienes que desinfectarlo de una manera correcta para que no queden restos.
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A pesar de que existen recomendaciones que utilizan productos naturales como vinagre o sal, no son totalmente efectivos cuando se trata de desinfectar .
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor , el cloro es un poderoso desinfectante universal, por lo que actúa contra diversos microorganismos. Su composición consta de una solución de Hipoclorito de Sodio al 6% disuelto en sosa (Hidróxido de Sodio).
Profeco también sugiere que la concentración para desinfectar trastes y contenedores, ya sean de plástico o vidrio, sea de una cucharada y media de cloro por cada medio litro de agua fría.
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Para eliminar los hongos , deberás sumergir el tóper y su tapa dentro del agua con dicha cantidad de cloro. Esperar por al menos cinco minutos o el tiempo que el fabricante del cloro indique en el empaque. Transcurrido el tiempo, talla con ayuda de una esponja y enjuaga.
Después de la desinfección , es necesario lavar el recipiente con jabón y agua como tradicionalmente lo acostumbras y dejar secar al aire libre antes de guardarlo.
NOTA: Es importante desinfectar y después lavar, ya que combinar el cloro con jabón puede ser peligroso.
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