Las semillas de chía son un superalimento que se utilizaba desde la época prehispánica; sin embargo quedó en el olvido durante un largo periodo, pero se volvió muy popular en los últimos años gracias a sus propiedades.
Esta diminuta semilla ancestral guarda dentro de ella diversas propiedades que benefician a la salud. En Menú te contamos sobre algunas de ellas.
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La chía es una bomba de nutrientes. Es alta en calcio pues en proporción, aporta hasta 5 veces más calcio que la leche de vaca. En el ámbito de los minerales, también es fuente importante de potasio y hierro, además de cobre, manganeso, niacina, zinc, entre otros.
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Su aporte de proteínas es una de sus propiedades más apreciadas, pues en una porción de 100 gramos de chía , pueden encontrarse alrededor de 21 gramos de proteína, la cual es de rápida digestión, mientras que proporciona los 9 aminoácidos esenciales para el organismo.
Su alta cantidad de fibra (41.2 gramos en una porción de 100 gramos), la hace ideal como alimento durante algún régimen alimenticio que busque la pérdida de grasa, ya que mantiene la sensación de saciedad en el estómago por más tiempo.
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La chía tiene también propiedades antioxidantes que, junto a su importante contenido de ácidos grasos Omega 3, conocida como una grasa buena, mantienen al sistema cardiovascular y circulatorio en buen estado, pues regulan los niveles de colesterol en sangre.
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Para obtener todos los beneficios que ofrecen las semillas de chía , es necesario añadirla a la dieta diaria tomando en cuenta las siguientes recomendaciones.
La chía libera una especie de gel cuando entra en contacto con algún líquido. Puede absorber hasta 15 veces su peso en agua. Para aprovechar su cualidad saciante, es necesario hidratarla antes de añadirla a los alimentos, para asegurar que no deshidrate tu platillos y tú te mantengas hidratado.
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La recomendación de consumo de chía es de un máximo de 25 gramos de semillas sin hidratar. Puedes añadirla a tus comidas, en preparaciones como los famosos pudines de chía, en agua con o sin sabor, en licuados o hasta postres. Si buscas perder peso, regular tus niveles de glucosa o colesterol, una cucharada hidratada antes de cada comida puede ayudarte a sentir saciedad por más tiempo, mientras aprovechas sus nutrientes.
Se cree que cuando la semilla de chía se come entera, hay posibilidades de que sus propiedades no se absorban durante su paso por el tracto digestivo. Por ello, se sugiere utilizarla molida, como harina, dentro de la preparación de recetas.
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Para esto, se puede encontrar en presentación en polvo o molerse en casa con un mortero o procesador de alimentos, y sustituir una parte correspondiente a la harina común con harina de chía . Es importante ajustar las cantidades de líquido de la receta, pues conserva su característica de absorber más líquido que la harina de trigo.
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