Comerse "al otro" está inscrito en varias culturas. Es un acto que continúa de alguna forma: los católicos se comen "el cuerpo de Cristo” en el rito de la comunión; los hare krishna toman los dones de Krishna a través de la Prashada (comida ritual); y los antiguos mexicas se comían a Huitzilopochtli a manera de figurillas de amaranto, un acto que aterrorizó a los españoles en su momento.
Fotos: cortesía CO. MERR y Food Sesh
Hoy en el Zócalo capitalino, los colectivos CO.MERR y Food Sesh hicieron un acto de "canibalismo". Desde un día antes, se reunieron para hacer un zacahuil, un tamal de fiesta originario de la Huasteca.
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"Este tamal surgió en la época Prehispánica en manos de las mujeres mexicas para acabar con sus agresores, los guerreros de Moctezuma que tomaron a las mujeres como parte del tributo a cobrar en la zona de la Huasteca. Las mujeres decidieron actuar y cocinarlos en tamal".
Fotos: cortesía CO. MERR y Food Sesh
La procesión comenzó a las dos de la tarde en punto. De Amasijo (un restaurante ubicado en Seminaro 16), hacia el Zócalo, cerca de asta bandera, mientras lo repartían, el colectivo encargado de este proyecto gritaba: "tamal de violador, ven a comerte a tu agresor". En menos de 30 minutos, 17 kilos de tamal fueron devorados por 300 asistentes a la marcha del 8M.
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"Le dimos a los primeros contingentes, policías, barrenderas, niños, manifestantes, personal de primeros auxilios se acercaron por su pedacito de zacahuil, a todos les dimos sin distinción", explicó Anel.
La gente no sabía la historia del zacahuil, se sorprendieron mucho de su origen y decidieron participar, finalizó Anel.
Fotos: cortesía CO. MERR y Food Sesh
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