¿Andas con antojo de mariscos? Sin duda, los mejores de México son los de Mazatlán, Sinaloa, pero eso está a muchos kilómetros de la CDMX , así que te recomendamos un lugar que acorta la distancia y puedes saborearlos ya mismo sin tomar un avión.
Sumergirte en el sabor sinaloense de 'El Peladito' deja una sensación de que le debes una a la vida. O para ser más específico, de que le debes una a Víctor, ese joven cocinero que logró una hazaña que sólo pudo ser con unas ganas tan enormes como el mismísimo Océano Pacífico.
Con todo y la inestabilidad natural de las aguas de mar, este lugar básicamente borró poco más de mil kilómetros de distancia entre la Ciudad de México y Mazatlán, tierra que lo vio nacer y convertirse en el hombre que nunca se imaginó, en el cerebro de un concepto extraordinario.
Molcajete de mariscos, camarones cucaracha, aguachile con callo de hacha y en varias salsas perfectas; ceviche de sierra, chicharrón de pargo, pescado zarandeado, tostadas y pulpo, todo siempre con su toque y de alta calidad, conforman parte de su menú en donde todos son favoritos, más de 60 platillos.
Fue en el año en el que él tenía 16 cuando su interés gastronómico se afianzó, su curiosidad lo llevó a aprender primero con los ojos, mirando a los expertos.
Trabajó en muchos lados pero siguiendo un mismo camino, en el que la cocina siempre figuró como una señal del destino.
Apenas era el inicio de un esfuerzo que lo llevó a lo inevitable. La gente lo conocía justo por sus dones culinarios, los cuales se detonaron de forma incontrolable casi sin darse cuenta, sin presentir lo que se aproximaba.
Su propio imperio empezó con tres mesas en la colonia Obrera, tres empleados (su ahora esposa Alejandra, un hermano y Víctor) y machaca de pescado servida en suculentos tacos.
Inició como comienzan las grandes cosas, con 24 horas de arduo trabajo, en una apuesta que llegó a los ojos del mundo en el momento indicado.
Crecer requería sacrificio y aceptó el reto. Se endeudó para traspasar el local, trabajó doble en otro restaurante para solventar los gastos y a la vez se enfocó en su propia propuesta.
Así nacieron el molcajete rompe olas (camarones crudos, callo de hacha y chiltepín), el aguachile mango, tamarindo o jamaica (camarón cocido ligeramente en limón) y los camarones carnaval (envueltos en tocino, rellenos de marlin, bañados en salsa de jamaica, con cerezas y ensalada).
En este mismo ecosistema están las mantarrayas (camarones empanizados rellenos de queso crema y jamón), tacos de chicharrón de pargo y 'La Sangrona', una tostada traída de Mazatlán con atún crudo en una cama de aguacate, con cebolla rebozada y salsa de jamaica.
Para empezar pide un 'Curadito': un consomé con camarones, jitomate, pepino y cebolla morada. Prueba el agua de cebada. “Son mariscos al 100”, dice Víctor. Y sí, no pudo decirlo mejor.
Plato estrella
Absolutamente todo, pero empieza con un curadito.
Si se te antojaron los mariscos sinaloenses , una buena opción para comerlos es en 'El Peladito'.
¿Dónde?
Visítalo en Gabriel Mancera número 506, colonia Del Valle, alcaldía Benito Juárez. De 12:00 a 20:00 horas, de domingo a jueves. Viernes y sábado hasta las 23:00 horas. Tienen más sucursales en su sitio web .