México
es un país de múltiples contrastes. La nuestra es una sociedad que camina de un extremo a otro en temas alimentarios y de consumo. Así como las enfermedades de sobrepeso y obesidad están a la orden del día, también lo están la desnutrición y la carencia de alimentos que enfrentan a diario millones de mexicanos en situación de pobreza extrema. Uno de los rubros donde podemos poner nuestro granito de arena y que aqueja a todo el mundo es el desperdicio de alimentos.
De acuerdo con cifras emitidas en 2016 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, se estima que al año se desperdicia en el mundo un cuarto de la producción total de alimentos. El desperdicio es tal que, con éste, se podrían alimentar a más de dos mil millones de personas. En México, la cifra asciente a un alarmante 37 por ciento al año.
Pero no todo es desolación. A la par del desperdicio, exiten numerosos esfuerzos realizados, tanto por el sector público como el privado, enfocados en la correcta canalización de alimentos rechazados por otros, para que lleguen a quien que realmente lo necesita. Ejemplos hay varios, y una de las organizaciones más prominentes es La Asociación de Bancos de Alimentos, que trabaja de cerca con la Central de Abastos y supermercados para recaudar alimentos a través de donaciones. Otra asociación que combate el desperdicio es La Tablée des Chefs que se apoya de hoteles y restaurantes para rescatar y reutilizar alimentos en buen estado que se desperdician.
6 Tips para evitar el desperdicio
Pon tu granito de arena desde casa y evita el desperdicio de alimentos, incorporando a tu vida estos sencillos tips:
1. No te guies por las apariencias: no rechaces y/o tires vegetales o frutas cuya apariencia no es la adecuada de acuerdo a estándares estéticos. Recuerda que un vegetal de forma caprichosa contiene los mismos nutrientes que uno bonito.
2. Evita comprar de más: de nada sirve comprar en grandes cantidades para ahorrar dinero e idas al súper, si acabas tirando todo al final porque no te lo acabaste. Mejor calcula cuántas personas realmente comerán y qué cantidad.
3. Sácale jugo al ingrediente: ¿cuántas veces no hemos visto en programas de cocina la manera en la que solo usan una pequeña parte de algun ingrediente, mientras tiran el resto? No caigas en lo mismo y procura usar el 100 por ciento de tu ingrediente. Por ejemplo, aprovecha las cáscaras, pues son una gran fuente de fibra.
4. Aprende a conservar tus alimentos: si notas que alguna fruta o vegetal está a punto de expirar, en lugar de tirarlo puedes preparar mermeladas y conservas con tus frutas o, bien, puedes encurtirlas en vinagre con algunos vegetales como las papas, coliflor, chiles, zanahorias, cebollas, etc.
5. Hierba buena no muere: en cuanto a hojas verdes y hierbas de olor, procura lavarlas conforme las utilizas para evitar que se descompongan más rápido. La lechuga, acelgas o espinacas se conservan perfectamente en el congelador. En el caso de las hierbas de olor, si compraste un manojo y no lo utilizaste todo, pónlo a secar y almacénalo en frascos de vidrio.
6. Recícla: aprovecha los desperdicios como el grano de café o los cascarones de huevo para elaborar composta para tus plantas o jardín.
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