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Mientras 690 millones de personas sufren de hambruna a nivel mundial, se estima que un 14% de los alimentos producidos en el mundo se pierde a través de la cadena de suministro alimentario.
De acuerdo con los últimos datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el número de personas que padecen de hambruna ha ido en aumento en los últimos cinco años y la pandemia está poniendo en peligro la seguridad alimentaria de 132 millones más.
Recolección de arroz en Myanmar Foto: Pixabay
“Este año se ha registrado un aumento de la pérdida y el desperdicio de alimentos como resultado de las restricciones impuestas a los desplazamientos y el transporte debido a la pandemia” señala la FAO.
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México
no fue la excepción. Con la llegada del virus al país se impusieron una serie de medidas que han ameritado la suspensión de todas las actividades no esenciales en un determinado momento, entre ellas la industria restaurantera .
Cheaf, la app de comida que pelea contra el desperdicio.
En medio de esta apremiante realidad surge una iniciativa que busca acabar con el desperdicio de alimentos en tiendas y restaurantes y a la vez generar un impacto positivo en la sociedad mexicana.
A principios de julio del año pasado, el emprendedor Kim Durand —ex director general de UberEats en el Norte y Occidente de México—lanzó una prueba piloto de la aplicación móvil Cheaf de la mano de cuatro o cinco restaurantes ubicados en las colonias Roma y Condesa, un sitio web provisional y un grupo de WhatsApp.
En tan sólo unas semanas, ese pequeño grupo de WhatsApp pronto se convirtió en un grupo de 250 personas y una lista de espera para poder unirse.
Dos meses después, el 29 de septiembre del 2020, la app Cheaf se lanzó al público para dispositivos Android y IOS con aproximadamente 50 restaurantes afiliados en la Ciudad de México entre los que se encuentran El Lago Restaurante , Delirio de la chef mexicana Mónica Patiño , la cadena de panadería y pastelería francesa Maison Kayser , e incluso un par de supermercados sustentables.
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La aplicación busca acabar con el desperdicio de alimentos en tiendas y restaurantes de la siguiente manera: Mientras que los negocios afiliados a Cheaf venden sus excedentes con descuento para así poder recuperar parte del costo de producción, los usuarios de la plataforma rescatan los alimentos por una fracción de su precio original logrando que tanto negocio como cliente reduzcan el impacto ambiental del desperdicio.
Es importante mencionar que todos los alimentos dentro de la plataforma son perfectamente comestibles.
“Los restaurantes conocen muy bien el tiempo de vida de un alimento. En general, ello tienen un tiempo predefinido durante el cual creen que la calidad o la frescura está cumpliendo con sus requisitos. Después saben que la comida sigue siendo perfectamente comestible pero no la venden o por lo menos no la ofrecen a un cien por ciento del precio porque saben que no cumple con los requisitos ni del restaurante ni del cliente. En general, lo que pasa después con esos alimentos es que la tiran”, explica Kim Durand , CEO y fundador de Cheaf.
La app llega en ese preciso momento—cuando la comida sigue siendo perfectamente comestible por uno o dos días más—, toma esos alimentos y la vende a un tercio de su precio original para compensarle al cliente esa menor frescura o menor calidad.
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“Hay más comida comestible que se desperdicia que de comida necesaria para alimentar a la gente que necesita comer. Realmente es un tema de distribución de recursos. Los recursos están aquí, la gente que los necesita está aquí, pero no hay una relación entre los dos”, apunta Kim.Es así cómo Cheaf logra tener un impacto ambiental al combatir el desperdicio alimentario y al mismo tiempo logra tener un impacto social al expandir el portafolio de comida de bajo costo pero de calidad en la ciudad.
Una de las consideraciones más importantes respecto al uso de la aplicación es que aquellas personas que apartan un paquete están comprometidas a completar la recolección de los alimentos , ya que el objetivo principal de la app es combatir el desperdicio de alimentos.
“Si el paquete es reservado pero no se recoge, la comida se tiene que tirar porque ya no estaría en buenas condiciones al día siguiente. Entonces para compensar al restaurante de esa reservación que se hizo pero que no se cumplió el cliente tiene que pagar el precio de este paquete”, señala Kim Durand.
Cabe destacar que la aplicación no tiene límites de paquetes para rescatar, así que entre más paquetes rescates mayor impacto tendrás en el medio ambiente y en la sociedad. Entonces, ¿cómo se te antoja reducir tu huella ambiental el día de hoy y generar un impacto positivo en la sociedad mexicana? ¿Con un postre libre de gluten de La Otilia o tal vez con un cheesecake japonés de Tsubi Panadería y Pastelería o quizá con un Box de productos del supermercado sustentable Jericoo ?