Esta Navidad y Año Nuevo sorprende a tu familia no solo con una exquisita cena, sino con una decoración en la mesa que se vuelva memorable. Expertos te dicen cómo lograr que se vea atractiva y elegante. Lo mejor es que podrás utilizar accesorios que ya tienes en casa o en los cuales no requieres invertir demasiado.
“Para las cenas decembrinas, la comida y la sazón de cada platillo es fundamental. Pero no debemos descuidar la decoración de la mesa: todo es un conjunto. Al hacerlo, nos permite disfrutar más la velada y se sentirá, aún más, la temporada navideña, ya que destacaremos elementos o colores típicos del momento.
“Se vale ser creativos, atrevernos o seguir las tendencias. Lo primordial es que los comensales estén cómodos y contentos. Muchos, de manera errónea, piensan que decorar una mesa es carísimo, pero hay para todos los presupuestos. Incluso, puedes tener una mesa bella sin comprar nada”, menciona Jimena Soto Francos, diseñadora de interiores.
Si hablamos de colores, los básicos de la temporada son rojo, verde, dorado y plateado. Siempre serán los protagonistas. “Si no eres experto en decoración, el mejor consejo que te doy es que utilices un mantel blanco. Que ése sea tu lienzo donde vas a trabajar y será más fácil para jugar con los colores navideños.
“Evita abusar de los colores: si el mantel es blanco, no satures con cubiertos, vajilla o copas de todos colores. O, peor aún, que todos los elementos en la mesa sean del mismo tono. Lo que queremos es resaltar. Se vale jugar con, máximo, cuatro tonalidades en la superficie de manera muy sutil”, agrega la experta.
Hablar de una mesa elegante no es sinónimo de aburrida. Primero, toma en cuenta al plato base, que será el marco de la vajilla y que puedes usar todo el año.
“La regla de oro es menos es más’. De centro de mesa podemos colocar uno de flores naturales, ya sea que lo compres o lo hagas. Es válido incluir flores de nochebuena y piñas de los árboles.
“También puedes colocar velas, pequeños árboles de Navidad o una canasta pequeña de madera con esferas de colores”, indica la interiorista Sofía Flores Cantú.
En cuanto a la vajilla, la especialista recomienda seleccionar una en tonos claros, ya sea blanco, arena o crema. Encima, coloca una servilleta de tela de color para que haga el contraste. Sobre la servilleta, corona con una esfera pequeña, una estrella, una flor natural, una pequeña tarjeta de agradecimiento o, bien, algún elemento discreto que la persona pueda llevarse consigo. Hoy que las reuniones deben ser con muy pocas personas, no te llevará mucho tiempo.
“Procura personalizar los lugares. Pon una tarjeta con el nombre de quien se sentará en cada silla en la parte superior, entre el plato del pan y las copas.
“No pongas una mesa plana. Hay que tener niveles. Por ejemplo, que el arreglo de flores sea un poco alto, sin que obstruya para que las personas platiquen; y las velas también pueden ser altas. No te preocupes si los elementos decorativos no tienen altura: coloca las copas y te ayudarán a lograr el efecto”, señala Flores Cantú.
“Si quieres velas al centro de la mesa, cuida que sean de buena calidad, que duren toda la velada y que no escurran demasiado. Otra buena opción son las bombillas de led, esas velas pequeñas que son más seguras y no te tienes que preocupar por si manchan el mantel”, añade.
Asimismo, explica que es importante contemplar si alguno de nuestros familiares es alérgico a algo, pues las flores a utilizar podrían ocasionarles molestias.
“También hay que cuidar los aromas: que no sean exagerados e invasivos porque serán muy incómodos y ahuyentarán a los comensales. Querrán cenar rápido para abandonar la mesa o la estancia.
“En cuanto a las copas y la vajilla, evita que ambos cuenten con figuras: si la vajilla es lisa, las copas pueden llevar algún elemento navideño. Por el contrario, si las copas son lisas, tienes la opción de que la vajilla esté decorada”, concluye.
1. Las copas de vino no se sirven en su totalidad, sino hasta el tercio de la copa.
2. Las copas se colocan del lado derecho del plato, en la parte superior.
3. Pon los cubiertos necesarios para cada platillo. Así, evitarás que el comensal coma todos los tiempos con el mismo cubierto.
4. Los cubiertos del postre se deben ubicar en la parte superior del plato, es decir, entre el plato del pan y las copas.
5. El plato del pan necesita ser pequeño y se sitúa del lado superior izquierdo.
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