La experiencia de ser juez del Concours Mondial de Bruxelles está siempre llena de conocimiento, pero también de aceptar una gran responsabilidad. Como catador, se debe tener consciencia que, detrás de cada copa de vino, existen los sueños y muchas horas de trabajo de familias, proyectos de retiro, ahorros de toda una vida y un gran número de empleos que sostener.
Es por eso que un evaluador debe tener la capacidad de discernir los productos defectuosos de los bien elaborados, porque todo mundo habla de los vinos que obtienen un galardón, pero a veces dejamos en el camino el hablar del buen nivel que muchos vinos obtienen. Sin embargo, en el caso de CMB, solamente el 28-30% de las muestras pueden obtener un distintivo, la selección es minuciosa y la competición es feroz.
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Los jueces también somos evaluados, creo que esa es una de las características que diferencian al CMB y sus diversas plataformas del resto de los concursos enfocados en el mundo del vino y los destilados. Uno sabe que en algún momento del día, nos repetirán alguna etiqueta.
Es decir, la misma botella, en copas distintas, y puede ser que lo catemos mucho más adelante. Para ejemplificarlo: la copa número dos y la 12 pueden ser el mismo producto sin que nosotros lo detectemos. Los organizadores revisan que los evaluemos buscando las mismas directrices.
En estas repeticiones, un buen catador no debería de tener más de dos puntos de diferencia. Lo diverso y lo divertido es que, como catador, en cada competición debes calibrarte a ti mismo para ser lo más objetivo posible:
En el Concours Mondial de Sauvignon es saber que su perfil corresponde a vinos con niveles de acidez vibrante y fresco; en el de rosados es analizar el producto a partir del estilo de elaboración que tuvo y nunca por su color; en el México Selection es aún mayor responsabilidad porque tenemos una gran diversidad de productos frente a nosotros.
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Ahora toca esperar a junio 2024, en el que el Concours Mondial de Bruxelles, en su edición de tintos y blancos, llegue a Guanajuato donde reunirá cerca de 350 jueces de más de 60 países.
Será la segunda vez que se celebre fuera de Europa (la primera vez fue en Beijing, China en 2018) y primera vez en el continente americano. Será una ocasión para demostrar que la organización y los productos en México son extraordinarios.
En cualquier certamen, antes de evaluar, se debe pensar en todo lo que hay detrás de una copa, evaluar conscientemente y con conocimiento. En el Concours Mondial de Bruxelles hay alrededor de 400 productos se catan sin saber la varietal, solo se sabe su añada y los resultados del certamen animan al consumidor final a acercarse a etiquetas, y con ello, apoyar a las bodegas.
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