En el moderno complejo Park Plaza, perdido entre las ascendentes autopistas y los imponentes rascacielos de Santa Fe, se encuentra , el restaurante de la que desde hace poco más de siete años se erige como un templo de la cocina mexicana.

Fiel a la máxima de la chef Lula, "menos es más", la cocina de Cascabel gira en torno a tres ingredientes fundamentales en la gastronomía mexicana: el maíz, el frijol y el chile. Con esta premisa, la chef busca impulsar el consumo de granos y semillas endémicos en peligro de extinción, estimulando su demanda y motivando a pequeños productores a continuar cultivándolos.

Si bien, el concepto de Cascabel es evidentemente mexicano la chef Lula lo define como costumbrista, cotidiano y hasta callejero, por lo que en el menú ofrece desde tradicionales antojitos, queridos clásicos mexicanos, hasta propuestas culinarias de vanguardia.

Para abrir el apetito, la chef Lula propone distintos antojitos perfectos para compartir, entre los que sobresalen los esquites ancestrales, preparados con maíces rojo, azul y blanco endémicos de Pátzcuaro, Michoacán, coronados con una deliciosa mayonesa con chapulines hecha en casa y decorados con un chile de árbol y una fritura de epazote.

Esquites ancestrales de la chef Lula Martín del Campo. Foto: Sofía Danis/EL UNIVERSAL
Esquites ancestrales de la chef Lula Martín del Campo. Foto: Sofía Danis/EL UNIVERSAL

De los antojitos callejeros del menú destacan las quesadillas de quelites gloriosos, rellenas de quesillo Oaxaqueño y quintoniles y asadas al comal, y las gorditas petroleras, rellenas de chicharrón prensado acompañadas de salsa roja hecha con chile cascabel.

Tortitas de huauzontle con mole del abuelo de la chef Lula Martín del Campo. Foto: Sofía Danis/EL UNIVERSAL
Tortitas de huauzontle con mole del abuelo de la chef Lula Martín del Campo. Foto: Sofía Danis/EL UNIVERSAL

Mientras que de los clásicos mexicanos, sobresalen las tortitas de huauzontle rellenas de queso, cobijadas por un mole dulzón hecho en casa y decoradas con ajonjolí.

Para terminar, los tradicionales coricos ofrecen un final dulce y memorable perfecto para cerrar una experiencia culinaria auténticamente mexicana.

Coricos de la chef Lula Martín del Campo. Foto: Sofía Danis/EL UNIVERSAL
Coricos de la chef Lula Martín del Campo. Foto: Sofía Danis/EL UNIVERSAL

Sobre el maridaje, la chef Lula asegura que la mejor bebida para acompañar la comida mexicana es la cerveza, tanto por la burbuja como por las distintas notas que ofrece capaces de equilibrar los sabores mexicanos.

De ahí que el maridaje sugerido para complementar perfectamente los platillos de Cascabel sea Cerveza Bohemia en sus variedades Cristal, Pilsner, Vienna o Weizen.

A través de cada platillo, la chef Lula Martín del Campo honra la vasta riqueza de ingredientes, técnicas y preparaciones que la gastronomía mexicana tiene para ofrecer, haciendo del restaurante Cascabel un templo que celebra vasta culinaria de nuestro país.



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