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¿A quién no le gusta comerse algunos snacks en la mañana o en la tarde? No solo ayudan a saciar el apetito, sino que mejoran el ánimo y pueden tener beneficios en la salud si se eligen los alimentos adecuados, ricos en nutrientes y con bajo contenido calórico.
En la búsqueda de opciones saludables es muy fácil caer en la trampa de algunas colaciones que, lejos de aportar beneficios, pueden causar un impacto negativo en el organismo. Conoce cuáles son y cómo sustituirlas:
Jugos y licuados de frutas.
Son una de las equivocaciones más frecuentes al elegir una colación saludable, por el aporte de azúcar que dan, aunque se trate de fructosa. “Muchas veces ni lo consideran como colación, sino como un extra para acompañar que no cuenta, pero están aportando una cantidad muy alta de calorías al cuerpo”, indica Mariana Hernández, nutrióloga clínica.
“Incluso si son jugos naturales requieres una cantidad grande de frutas para producir un vaso y las personas muchas veces se toman medio litro o hasta un litro, y eso hace que se ingiera una cantidad alta de glucosa que, además, al venir en forma líquida se absorbe mucho más rápido que en estado sólido, pasando pronto al torrente sanguíneo y creando un pico de glucosa que obliga al páncreas a producir mucha más insulina, por lo que empezamos a afectar al sistema endocrino”, continúa.
Alternativa.
Si se busca consumir frutas, es mejor hacerlo en su forma entera, pero si lo que se desea es una bebida, se puede tomar agua de alguna fruta muy diluida y sin añadir azúcar.
Barritas de granola y galletas.
Es uno de los snacks más populares entre aquellos que quieren cuidar su salud, por tener fibra, linaza, avena, entre otros ingredientes, pero se trata de alimentos procesados con una alta carga de saborizantes artificiales, sustitutos de frutas, y azúcar.
Hernández señala al respecto: “Muchas tienen alrededor de 30 ingredientes, de los cuales, quizás, cinco son naturales y muchas veces por agregarle demasiados tipos de semilla elevan también los niveles de grasa y no se obtiene el beneficio real”.
Ocurre de manera similar con las galletas de avena, que en realidad tienen baja cantidad de avena y son altas en azúcar y otros ingredientes, que las vuelven difíciles de metabolizar.
Alternativa.
Comer directamente las semillas y cereales como avena, amaranto natural, entre otros, en una porción pequeña y, si se desea, agregar un poco de fruta fresca. Una colación no debería exceder las 200 calorías.
Bowl de frutas.
¿Qué puede ser más sano que un gran plato de frutas? Aunque no se trata de un snack procesado, aquí el problema es la cantidad que consumimos, ya que generalmente equivalen a tres o cuatro porciones de frutas y si además se le añaden semillas, miel y yogur, se hace muy pesado para una colación.
Alternativa.
Una sola porción de fruta con un poco de amaranto u otras semillas logra saciar el apetito de manera bastante eficaz entre las comidas.
Yogur.
Se comercializa como un alimento benéfico para la salud, sin embargo, su contenido en azúcar rompe esta ilusión. Un estudio realizado por las Universidades de Surrey y Leeds, en Reino Unido, analizó más de 900 tipos de yogur y determinó que, en general, tienen un promedio de 16,4 gramos de azúcar cada 100 gramos de yogur, por lo que una taza nos lleva casi al límite de 25 gramos diarios establecido por la Organización Mundial de la Salud. Incluso aquellos light, compensan la ausencia de grasa añadiendo sabor dulce.
Alternativa.
Solo el yogur griego o el natural sin azúcar añadida ( o cereales) pueden ser considerados adecuados. Cualquiera de los dos se puede combinar con una porción de frutas naturales o verduras como jícama o pepino.